México enmudece a La H al 85 y 97 con grito de 4-2
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de febrero de 2024.- Después de dos victorias seguidas amagando gustar y golear, Cruz Azul lo consiguió en su tercera, 1-3, en Querétaro y ya es tercer lugar de la Liga MX, con 10 puntos y a falta de los demás duelos de la Fecha 5.
Con buena fortuna, al 5’, Querétaro gritó el 1-0, dado que tras pase atrasado y amagar a Faravelli, dentro del área, Pablo Barrera disparó, el balón rebotó en Piovi, cambió de dirección y se coló al segundo palo, ante el intento de atajada del guardavalla Kevin Mier.
La Máquina siguió presionando al frente, pero sin dispar a portería, hasta el 29’ y fue para el empate: tras centro por derecha y rechace corto de cabeza, el esférico le quedó a Nacho Rivero, quien tiró, el portero Tapia le tapó, pero contrarremató de testa a las redes, casi de palomita y bombeado.
Seis minutos después, parecía el segundo gol de Rivero, cuando luego de pase largo, bombeado y filtrado, bajó y entrando al área chica tiró cruzado, pero al arquero Tapia desvió a tiro de esquina, estirando una pierna.
La presión azul era fuerte, como su uniforme que estrenó este viernes y al 42’ dio la vuelta al marcador: después de balón bombeado y filtrado de Charly, Uriel Antuna, corriendo al centro, bajó de pecho y cruzó a las redes, a media altura y desde el lado derecho del área chica.
Antes de terminar el primer lapso, en tiempo de compensación, Rivero, atrasito de la media luna, tocó cruzado para Toro Fernández, quien pese a no controlar bien, alcanzó a definir de punterazo el 1-3, raso y pegado a un poste, ya en el corazón del área.
Ya en el segundo tiempo, al 58’, parecía que los cementeros construían el cuarto gol, puesto que luego de pase retrasado, Charly Rodríguez, en los linderos del área, cacheteó al segundo palo, buscando el ángulo, pero el meta Tapia manoteó a tiro de esquina..
Y al final del duelo, en tiempo de compensación y luego de centro cruzado por derecha, Uriel Antuna controló, solo, se acomodó y voló su disparo, entrando al área chica, por lo que se lamentó con las manos en el rostro.