Alejandro Rojas Díaz señala desafuero partidista en su contra

CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio de 2020.- El aspirante a la presidencia de Morena Alejandro Rojas Díaz Durán indicó que lo que realmente está en disputa, es el rumbo de la Cuarta Transformación y hacia dónde dirigirán la esperanza de millones de mexicanos que quieren un cambio de raíz para extirpar la corrupción, la ilegalidad y la impunidad del pasado y en el que quepamos todos.

En un comunicado señaló que la minoría radical que mantiene secuestrado a Morena, le estorba para seguir aplastando toda disidencia y voces críticas que no les rindan pleitesía y sumisión política e ideológica.

Añadió que han expulsado y sancionado a miles de lopezobradoristas, cual estalinistas trasnochados. «Esa misma minoría radical pretende, en su desvarío político, instaurar en México un régimen a imagen y semejanza de sus telarañas ideológicas, autoritarias y represoras, conculcando derechos políticos y libertades públicas.

«Por eso me están suspendiendo seis meses, a fin de impedirme participar en las encuestas abiertas para elegir a la próxima dirigencia nacional de Morena. Saben muy bien que encabezo las encuestas y les voy a ganar».

Por ello, recurren, en su desesperación, a una especie de desafuero partidista –del mismo modo que se lo intentaron hacer los radicales de la derecha a Andrés Manuel López Obrador, antes del fraude en su contra en la elección presidencial del 2006– para impedir su registro como candidato a presidente nacional de Morena.

Pero también, siguió, saben que represento a la izquierda democrática, progresista, incluyente y  moderna,  porque soy el único aspirante que ha luchado desde hace décadas, desde abajo y con la gente, al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando fui dirigente juvenil al lado de la senadora Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas,  a finales de los ochenta.

«Conocen perfectamente mi talante democrático y mi aportación como coordinador de campañas del canciller Marcelo Ebrard y del senador Ricardo Monreal, quienes al igual que nuestro Presidente de la República, hemos construido un Proyecto de Nación en el que quepamos todos.

«Hemos afinado un nuevo régimen político democrático y un nuevo modelo económico, que garantice bienestar, prosperidad y desarrollo sustentable, que extirpe la pobreza, la desigualdad, la corrupción y la violencia.

«Prueba de ello, fue el Proyecto de Constitución de la Ciudad de México, cuya primera redacción estuvo a mi cargo, de la mano de las plumas del hoy diputado Porfirio Muñoz Ledo y Agustín Ortiz Pinchetti, ex secretario de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando era Jefe de Gobierno», detalló.

Ese proyecto de Constitución, agregó, es el antecedente de la reforma del Estado y de las reformas de izquierda, democráticas y progresistas del país.

Aseguró que no busca un cargo, sino que los hijos de sus hijos gocen de un México nuevo, pleno de justicia, oportunidades, bienestar y en el que participen todos, incluyendo a la minoría radical y hasta sus adversarios políticos.

«Todos, pero todos, tenemos derecho y libertad de pensar lo que queramos y de creer en lo que creemos; pero nadie tiene derecho de imponernos su muy particular visión del mundo y de México.

«Admiro y respeto sus convicciones, pero no coincido con ellos. La ideología no debe transmutarse en dogma de fe ni en fanatismo, que engendran la irracionalidad ideológica y el terror político.

«Cuando les gane, les extenderé mi mano franca de compañero solidario, pero defensor inquebrantable de un Estado de Derecho, fundado en la justicia social y pleno de libertades y derechos para todos.

«Como decía Aristóteles: soy amigo de Platón, pero más aún de la verdad”. Añado: seguiré luchando por la verdad, la justicia, la libertad y la democracia», añadió.

Subrayó que el único sendero posible a transitar es: la reconciliación y la unidad en Morena y entre todos los mexicanos, por lo que pidió abrir el diálogo y debate democrático con los diferentes sectores sociales, esenciales en la refundación del nuevo Estado mexicano del siglo 21.

«Lucharé en el TEPJF para restituir mis derechos políticos, pero sobre todo por los lopezobradoristas que no ha podido ni siquiera obtener su credencial de militante y ni las gracias les dieron en el 2018. Le devolveré el poder a las bases para reencauzar democráticamente al inmenso y vigoroso movimiento popular más importante en la historia de México», resaltó.