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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de junio de 2016.- La zona metropolitana del Valle de México vio este 30 de junio las últimas horas del Hoy no circula emergente, que obligó desde el 5 de abril a los vehículos de las 16 delegaciones de la capital y a 18 municipios mexiquenses dejar de circular por lo menos un día a la semana.
La medida, tomada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), puso de cabeza a la zona metropolitana del Valle de México y causó el enojo de miles de automovilistas.
Quadratín consultó a Luis Manuel Guerra Garduño, mejor conocido como El Químico Guerra, sobre si resultó efectiva la medida para enfrentar la llamada Temporada de ozono, y evitar la exposición de la población al dióxido de ozono causada por las emisiones contaminantes y la temporada de calor.
Guerra, quien es presidente y director general del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas (Inaine), consideró que la medida era necesaria, pero fue a causa de errores de política ambiental, luego de que se permitió que circularan coches de todos los modelos en tanto pasaran la prueba de verificación, y resultó insuficiente.
“Debido a la situación que se presentó por errores de política ambiental desde julio del año pasado alcanzamos niveles muy altos de ozono y partículas en algunos casos, a la vez que se bajó el umbral para declarar la Fase 1 de la Contingencia Ambiental, esas dos situaciones nos llevaron a esta emergencia atmosférica”, explicó.
“Fue correcto implementar el Hoy no circula parejo para bajarle a las emisiones a como diera lugar, fue una medida correcta y necesaria pero no suficiente”, remarcó.
Pero señaló que se trató de una medida tardía y que las emisiones ya habían aumentado desde el año pasado.
“Lo que sucedió es el resultado de una mala política ambiental, donde por una enorme laxitud en la verificación se abolió prácticamente el Hoy no circula a partir de junio del año pasado, eso incrementó las emisiones, porque un millón 700 mil vehículos, sin tener restricciones uno o dos días a la semana, circularon todos los días y la otra parte de la pieza fue bajar el umbral de 180 a 150 [para decretar contingencia ambiental], fue una receta para entrar en los ozonazos”, expresó.
Cuestionado sobre si hubo un sentido político en ello, como dejó entrever el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, cuya popularidad se desplomó por la medida, el Químico Guerra consideró que no era necesario bajar el umbral, aunque sí era lo deseable.
“No era necesario, era deseable, el error político fue no considerar que habían aumentado las emisiones y que al bajar el umbral ahorita, iba a provocar los ozonazos”, reiteró.
Qué hace falta
El especialista señaló que, si bien los automóviles son los responsables de la mayor parte de las emisiones, también debe pedirse a las industrias que reduzcan sus emisiones.
“Deben tomarse medidas con los principales emisores, tanto de fuentes móviles, como son el 30 por ciento de parque vehicular que es de uso intensivo y no está regulado, o sea los microbuses, los taxis, los de carga, los de reparto de bienes, con gasolinas [más limpias]; son los que causan el 62 por ciento de las emisiones vehiculares.
“También es importante meter en cintura y hacer inspección sobre las fuentes fijas, como son las plantas industriales, principalmente de Xalostoc, Ecatepec, Santa Clara, Tlalnepantla y Naucalpan [en el Estado de México] y talleres de pintura automotriz que pintan al aire libre y que son muy contaminantes”, expuso.
Respecto a lo que aportan las seis entidades de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) –la capital y los estados de México, Hidalgo, Puebla, Morelos y Tlaxcala– en emisiones contaminantes, dijo que la Ciudad de México y el Edomex son los que más lo hacen, pero debido al crecimiento de los demás es que debe vigilárseles.
“Es la zona metropolitana [la que más aporta], el 98 por ciento de las emisiones, tanto fijas como móviles, que causan nuestra contaminación atmosférica, vienen del estado y de la ciudad de México. Morelos, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala contribuyen mínimamente; ahora que sí hay que incorporarlos porque están creciendo de manera importante.
“Pero no se tomó al toro por los cuernos de evidenciar que los principales emisores no están controlados y con este Hoy no circula no se controlaron y mi preocupación es que a partir del 1 de julio no se van a controlar todos los vehículos de uso intensivo”, añadió.
También, mostró su preocupación por el control de las industrias, ya que algunas no pueden detener sus operaciones.
“Es difícil controlar a las empresas. Hay muchos procesos industriales metalmecánicos en la metalurgia o en la producción de cemento que no pueden reducirse a voluntad como dice la norma, que todas las empresas van a bajar 30 por ciento; o las cierras y suspendes la producción o continuas como están, no puedes reducir el 30 por ciento”, alertó.
Respecto a la nueva norma emergente vehicular, que entra en vigor este viernes y tendrá más restricciones para otorgar los hologramas cero y doble cero, expresó su aprobación por su confección, pero su escepticismo viene por su implementación.
Por último, previó que, para el próximo octubre, cuando oficialmente termina la temporada de lluvias, podrían volver las contingencias.
“No vamos a andar en emergencia [ambiental] hasta finales de octubre por el clima, no por las medidas y tenemos un enorme riesgo de caer en contingencias permanentes a partir de noviembre”, concluyó.