Bajo lupa de Segob, Conferencia del Episcopado por relación con narco

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de abril de 2018.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) estará bajo de la lupa de la Secretaría de Gobernación (Segob), luego de que se dieran detalles de un encuentro entre el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, con un líder de la delincuencia organizada, en pleno Viernes Santo.

El titular de la Segob, Alfonso Navarrete Prida, anunció que la próxima semana se reunirá con autoridades del CEM que preside el cardenal José Francisco Robles Ortega, así como con el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes.

«Dialogaré con la Conferencia del Episcopado Mexicano. No conozco el contexto –del encuentro–, cómo se desarrolló, más que una información de carácter periodístico, tengo que consultarlo y sabremos qué ocurrió y si es necesario tomar medidas, se tendrían que tomar en el marco de nuestra legislación y las instituciones que tienen como finalidad la actividad religiosa», dijo en su vista al Senado de la República sobre la evaluación que realiza el Gobierno federal.

Según medios de comunicación locales, difundieron que el obispo Salvador Rangel pactó la paz de un pueblo con el narco, en una reunión que se dio en la sierra, donde pudo acceder sólo en helicóptero gracias al auspicio de la cooperación de los habitantes de Pueblo Viejo, en el municipio de Heliodoro Castillo.

Entre los temas dialogados surgió el electoral, en el cual supuestamente el capo se comprometió a no interferir en las campañas electorales si los candidatos cumplen ciertos requisitos.

A esto, Alfonso Navarrete señaló: «podemos respetar y entender la buena voluntad de cualquier actor social a quien mucho respetamos, pero como gobierno no existe posibilidad alguna de negociar la ley. Esta se acata y se cumple y quien generó delitos debe de enfrentar procesos penales ante un juez y resarcirse a las víctimas de todos sus derechos que fueron vulnerados».

El Gobierno federal decidió intervenir dada la seriedad del asunto, que incluso podría llevar a que otros prelados lleven a cabo reuniones con más capos de la droga en cada región.