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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de febrero de 2021.- La Unión de Tepito nunca fue una pandilla y tampoco un grupo criminal menor, se trata de un Cártel asentado en la capital del país que tiene el control del trasiego y venta de droga en las calles de la Ciudad de México y que cohabita con otros, pero sin compartir su hegemonía.
“No es un grupo criminal que creció, es un Cártel que creció y fue fundado por el chilango que más cocaína ha metido a Estados Unidos, Juan Juárez Orozco, de acuerdo a documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos. El Abuelo, como lo apodan, fue extraditado al vecino país del norte y liberado posteriormente”, asegura el periodista Antonio Nieto, autor del libro el Cártel Chilango.
El Abuelo, compadre del llamado jefe de jefes, Arturo Beltrán Leyva, fundó el Cartel de la Unión de Tepito para hacer frente al interés que tenía Edgar Valdez Villarreal, La Barbie de apoderarse de la Ciudad de México y ser el mandamás de la venta y la importación de cocaína y de otras lucrativas actividades criminales en el país como la extorsión.
¿A poco vas a dejar que La Barbie se meta en tu barrio? Fue la pregunta que en 2009 le habría planteado Beltrán Leyva al Abuelo en el encuentro que sostuvieron ambos capos y que marcaría el devenir del crimen organizado en la Ciudad de México, según relata Antonio Nieto en su reciente libro, cuyo antecedente es Narco CDMX editado en 2019.
El brazo armado para expulsar a La Barbie de la Ciudad de México estuvo comandado por José Alberto Maldonado López, El Betito, quien se formó en las actividades criminales junto a varios de sus cómplices, asaltando camionetas blindadas de valores, que en el ámbito de la delincuencia es uno de los trabajos más difíciles, según investigaciones que el propio Nieto tuvo acceso.
“Como Cártel, la Unión de Tepito abarca varias actividades criminales, está desde las extorsiones a comerciantes, venta de droga en bares, los asesinatos pagados, operan con protección institucional por medio de sobornos y con una capacidad para difundir mediáticamente las actividades criminales que realizan”, asevera en entrevista con Quadratín, Antonio Nieto.
Negar la realidad, una forma de proteger a la Unión
-¿Por qué las autoridades de la Ciudad de México, como en el orden federal, siempre negaron que en la capital del país operaba un cártel?
-Esa es la pregunta que nos hemos hecho muchos colegas y creo que deberían de responder las autoridades capitalinas, desde los exjefes de Gobierno como Marcelo Ebrard o Miguel Ángel Mancera, porque es sus administraciones negaron la existencia de un cártel.
Deben explicar quién los asesoró, porque políticamente en términos de la sociedad vemos que esa postura no les funcionó. La gente no lo creyó, sobre todo cuando sacaron de un bar a 13 personas, un 26 de mayo de 2013 y a una cuadra de Paseo de la Reforma, pues resultaba ingenuo querer sostener que ese tipo de acciones las llevaba a cabo una pandilla o un grupo local.
Creo que también faltó un análisis de riesgo, y en caso de que haya existido, se debe de saber quién recomendó que aún contado con datos sobre la gravedad, les dijo a las distintas autoridades en turno que era viable seguir ocultando, quizá porque políticamente no le convenía a la administración perredista aceptar que el Narco estaba en sus narices en la Ciudad de México.
La fama o mala fama que tiene este grupo criminal antecede a cualquier intento de minimizarlo.
El autor de Cártel Chilango refiere que para sustentar su investigación consultó a distintas fuentes que estaban a cargo de la seguridad en la Ciudad de México, pero ninguna aceptó responder, porque se sostuvo la estrategia de negar que operaba un cártel nativo de la Ciudad de México.
“La única persona que contestó fue Raúl Peralta, exjefe de la Policía de Investigación (PDI), quien fue acusado de proteger a la Unión de Tepito, fue el único que dio la cara, no para hablar en nombre de sus jefes sino a favor de sí mismo, él fue la única persona que lo acepta extraoficialmente, al señalar que el solo acataba las órdenes que recibía y no existe una investigación formal en su contra.
Incluso, Nieto sostiene que parte de la protección con la que cuenta la Unión Tepito y el discurso de negar la realidad, se dimensiona que a inicios del 2021 no existe ningún servidor público que haya sido procesado o que esté en prisión por presuntos nexos con La Unión Tepito.
El único antecedente, abunda el comunicador, son los policías que solaparon el secuestro de 13 personas del Bar Heaven, pero advierte que se debe tomar en cuenta que a estos uniformados se les vinculó por sus nexos con el grupo que lideraba la Barbie y se conoció como La Unión Insurgentes.
«Lo que sí sabemos es que la mancha de violencia que caracteriza al Cártel de la Unión se expandió en más territorio, se salió de la alcaldía Cuauhtémoc y de la Venustiano Carranza, porque el discurso oficial ahí lo quería delimitar pero se fue a la Benito Juárez, Iztapalapa, Tláhuac, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco y Cancún donde ese destino turístico fue la base operativa del Abuelo y de su hijo Rachid, con una red de lavado en Veracruz.
«Incluso las últimas detenciones de miembros de la Unión como Oscar Flores, El Lunares, ocurrió en Hidalgo y la de Alexis Osmar Flores fue en Querétaro, con lo cual podemos presumir que existe una red que los protege mientras están fuera de la Ciudad de México, es decir, no se trata de buscar refugió en ciudades al azar sino en lugares en donde existe una estructura que les da seguridad”, señala el periodista que también formar parte del equipo de investigaciones especiales de Televisa.
El Betito, el último líder de la Unión
-¿Quién detenta el mando del Cártel de Tepito tras la detención de sus principales líderes?
-Es irrisorio considerar que la Unión ha sido descabezada porque las detenciones que la han mermado. Otra situación que se ha difundido hasta el cansancio en los medios de comunicación es que cuando detienen a un probable responsable ligado a este grupo lo presentan como el sucesor de quien estaba.
Hubo una confusión brutal con la detención del El Lunares, porque decían que él era el nuevo líder de la Unión, cuando este grupo solo ha tenido dos líderes en su historia, uno es el Abuelo, quien raíz de su extradición a Estados Unidos vendió a cambio de esto a la Unión a José Alberto Maldonado, el Betito, quien era su empleado y su brazo armado, el más violento de todos los que tenía.
Entonces el actuar líder se llama El Betito, yo me atrevo a decirlo, cuando esa organización sea una anécdota, El Betito será considerado como su último líder. No va a haber otros más y nos hay sublíderes, o segundos y terceros lugares.
El Betito desde prisión se presume sigue teniendo los hilos de este grupo criminal.
Aunque en la Ciudad de México existen operaciones de otros grupos criminales que han surgido en otras entidades del país, Antonio Nieto sostiene que el control de las calles en la capital lo ostenta el grupo de El Betito y las alianzas que detenta con otras bandas menores.
Las calles son del Cártel Chilango
-¿Alguno de los cárteles del país disputa la hegemonía de La Unión?
-No hay quien hasta el momento, nadie quien dispute la hegemonía de la Unión de Tepito. Hubo un momento en que el grupo que se conoció como la Anti-Unión le hizo frente, pero el que terminó imponiéndose fue el Cártel de Tepito.
El Cártel Jalisco ha intentado ingresar para tener el control no solo del trasiego de drogas en el Aeropuerto de la Ciudad de México o en el de Toluca, sino que les interesa el cuantísimo negocio de la extorsión.
No hay quien les dispute la Ciudad de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no ha podido entrar, porque aunque sea el grupo criminal que es considerado por el Gobierno de Estados Unidos como el más peligroso de México, la raíces que ha echado la Unión, sus alianzas y la marca del terror que desarrollado El Betito a lo largo de estos años, está arraigada en la capital y es muy difícil para ser atacada por un foráneo.
La Barbie intentó hacerlo y fracasó, lo está haciendo el CJNG y ha fracasado, porque si te remontas al Abuelo, te das cuenta que él era una comerciante de República de Cuba, del Centro Histórico y sabe los tejes históricos del barrio, de la zona de La Merced, la gente con la que se fue asociando es gente que tiene alianzas criminales por todos lados.
Impunidad, vínculo entre el atentado del Secretario de Seguridad y la Unión
En el atentado contra el Secretario de Seguridad Ciudadana Omar García Harfuch, registrado el 26 de junio de 2020 en la zona residencial de Lomas de Chapultepec y atribuido al CJNG, según Antonio Nieto, no existe una conexión tangible que presuma la participación de la Unión, porque existe evidencia que apunta con mayor claridad al grupo de los Acme, que opera en la alcaldía Gustavo A Madero.
Presuntamente en una bodega, ubicada en la colonia CTM El Risco, regenteada por los Acme, fue donde salieron los vehículos que participaron en la emboscada y transportaban al comando que ocasionó la muerte a dos escoltas del funcionario y una mujer que pereció en el fuego cruzado.
“El atentado de Omar García Harfuch es un evento desafortunado, no solo porque se trata del Secretario de Seguridad Ciudadana sino que nunca habíamos vistos un ataque tan frontal contra las fuerzas de Seguridad en una zona de alta plusvalía, intocable, porque nunca se había visto una balacera más allá de la que participará un ladrón en un robo a cuentahabiente o una generada por el robo a una casa habitación
“Yo hago un epílogo en el Cártel Chilango, donde abordó el tema del ataque, pero lo único que relaciona, a manera de análisis, el atentado de Omar García Harfuch y el Cártel de la Unión es la impunidad.
Es decir, las dos caras de la misma moneda, como es posible que tantas cámaras y con tanta logística atacarán de esta manera a un Secretario en la capital, por la misma razón que creció un cártel en la capital, por las políticas, la impunidad y la corrupción es lo que liga estos eventos, el 2009 el surgimiento de este Cártel Chilango y el atentado contra García Harfuch el año pasado.