El periodismo de paz en un mundo en llamas
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de agosto de 2020.- Hablar de los retos que enfrentan las mujeres en el sistema científico le costó a la biotecnóloga Paty Rodil, ser blanco de críticas y acoso en redes sociales. Que le haya ocurrido precisamente en el mes que celebra el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, encendió en ella la idea de un proyecto que integrara a todas las mujeres científicas en el país.
En febrero nació por iniciativa de Rodil —quien también es Maestra en Biología molecular— Mujeres científicas, una red en Facebook principalmente que arropa e integra a todas aquellas investigadoras y especialistas en algún ramo científico.
De invitar a amigas y conocidas, la comunidad creció hasta convertirse en el colectivo que es hoy con cerca de 13 mil 500 mujeres científicas de todo México y en el extranjero.
«Creció mucho más y ahora es un colectivo bastante grande de científicas que están en México y también mexicanas en el extranjero y ya tenemos iniciativas más allá de solo tener una comunidad en redes», expone en entrevista la Maestra por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica A.C. (Ipicyt).
La red de mujeres agrupa a mexicanas involucradas en todas las ciencias, desde las artes hasta la comunicación. A partir de esta interacción, también se dan cuenta del grado de dificultad que enfrentan en empresas, instituciones y universidades en el país.
Aunque existen factores de mayor riesgo en los que una mujer puede sufrir violencia de género, este problema no distingue entre una mujer científica y la que no lo es, por lo que se trata de una violencia estructural, reconoce la investigadora.
«Lo que nos reportan mucho en la comunidad es por ejemplo para conciliar maternidad con trabajo, porque muchas mujeres son apartadas de sus trabajos, de sus estudios por decidir ser madres. Ese es un tipo de violencia que vemos en todos los niveles», refiere.
Mujeres científicas tiene actualmente 10 iniciativas en las que trabajan por ahora de manera virtual debido a la pandemia de Covid 19, entre ellas un podcast, diseño, difusión en redes sociales, divulgación, bolsa de trabajo dentro de la comunidad para las mujeres y están por iniciar un blog.
Ofrecen además un programa de mentoría que lo que hace es buscar una mentora para chicas que están en posgrados y que con la experiencia que tiene en su misma áreas, les puede dar seguimiento y apoyo para continuar su carrera científica.
«Tenemos también el programa violencia de género, donde hacemos investigación, colecta de notas y testimonios porque no hay mucha investigación sobre violencia de género en ciencia en específico en el país«, comparte.
Recientemente desarrollaron un proyecto con Wikimedia México para aumentar el número de trabajos de científicas mexicanas en la plataforma.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sólo el 30 por ciento de quienes investigan en todo el mundo son mujeres y sólo el 35 por ciento de las y los estudiantes de áreas de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas son mujeres.
El trabajo en comunidad que han logrado les ha merecido que ya comenzaron a trabajar en alianzas con empresas enfocadas a la vocación científica, como talleres para que niñas y niños despierten su interés en la ciencia.
«Sí se nos han acercado de algunas instituciones gubernamentales principalmente estatales y estamos en proceso de concretar alianzas con ellos para ayudarles en actividades y puestos que quieren desarrollar en sus estados para llevar a científicas y acercar a niños y a la población en general.
Dos Embajadas que dentro de sus actividades difunden el trabajo de mujeres en la ciencia y tecnología también se han acercado a ellas, para promover la labor que se desarrolla en México en otros países.
Algo importante en el colectivo es trabajar para evitar que las mujeres abandonen el sistema científica a causa de agresiones y también que ya no estén subrepresentadas.
A medida que una mujer va avanzando en su especialización va disminuyendo el porcentaje de mujeres contra hombre; incluso en las áreas en las que ya hay paridad, cuando ya te vas a posgrado o a industria o de investigadores, las mujeres vuelven a estar subrepresentadas».
Es en este sentido que la divulgación sobre violencia de género que están investigando forma parte fundamental de esta comunidad de mujeres.
Como víctima de violencia doméstica y madre de dos hijos, la científica sabe del reto de mantener este proyecto que crece y que representa una importante pieza para la desestructuración de un sistema sin participación femenina.
«Nuestro primer paso, lo que estamos haciendo a través del podcast y las redes es visibilizar el trabajo que las mujeres hacen en ciencia en México, porque conocemos a pocos científicos y la mayoría son hombres.
Que sepan que existimos, que aquí estamos y somos muchas. Hacemos ciencia de calidad y vamos a enfrentar retos para buscar una equidad en la comunidad científica», concluye.