Escenario político
Gasolinazo, incrementos a productos y movilización social
Más allá de los incrementos a los precios de los combustibles, como gasolina, diésel, gas y electricidad, los aumentos en cascada a los alimentos y al transporte público y privado, incidirán en una espiral inflacionaria que es difícil de predecir, por ahora, pues no sabemos si la principal fuente de ingresos del exterior, como son las remesas, van a ser brutalmente golpeadas por el gobierno de Donald Trump.
Lo que es un hecho, es que, en algunas zonas del país, como el estado de México, el precio de la tortilla ya se disparó hasta el 15 pesos y falta saber si los productores de pan también incrementan sus precios. El transporte público concesionado está aumentando las tarifas de 1 pesos a 1.50 y los vendedores de fruta y jugos ya también incrementaron sus precios.
El Gobierno federal ha salido a dar una insuficiente explicación del incremento en los precios de los energéticos, mientras que las movilizaciones inducidas o espontáneas, van creciendo cada día, mientras los partidos políticos de oposición estás aprovechando la coyuntura, para atacar al gobierno de Enrique Peña Nieto que ha sido incapaz de llevar bienestar a las miles de familias mexicanas.
Y si a eso sumamos las amenazas del próximo gobierno estadounidenses de que revisará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y llevará la expulsión de al menos tres millones de mexicanos, la situación se está poniendo tensa.
Aunado a ello, las amenazas de Trump ya está teniendo repercusiones. La automotriz estadounidense Ford canceló los planes para una nueva planta de mil 600 millones de dólares en San Luis Potosí, México. En su lugar, la firma invertirá 700 millones de dólares en la expansión de la planta de Flat Rock, Michigan.
Ford, el segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, ha sido fuertemente criticado por el presidente electo, Donald Trump, debido a sus planes para invertir en México. El CEO de la empresa, Mark Fields, dijo en un evento en la planta de Michigan que las políticas que Trump y el nuevo Congreso han indicado que seguirán son de vital importancia para la decisión de la empresa. La inversión en la planta estadounidense generará 700 nuevos empleos.
Además, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer un «gran impuesto fronterizo» a la automotriz General Motors por fabricar su modelo Chevy Cruze en México, una decisión que el fabricante ha defendido como parte de su estrategia global y no de ventas en Estados Unidos. Los comentarios de Trump son su más reciente reprimenda a una empresa por empleos, importaciones y costos, en una inusual muestra de intervención en asuntos corporativos de un presidente estadounidense, a sólo días de que asuma el 20 de enero.
«General Motors está enviando su modelo Chevy Cruze fabricado en México a los concesionarios de Estados Unidos libre de impuestos en la frontera. ¡Hágalo en EU o pague un gran impuesto fronterizo!», publicó Trump en un mensaje en Twitter.
¿Y el gobierno de Peña Nieto?… callado.
Hay que recordar, como lo hizo Joel Hernández, que, en 2012, durante su campaña para ser presidente de México, Enrique Peña Nieto firmó ante notarios 266 compromisos que durante su mandato. A más de cuatro años de su ejercicio apenas ha atendido 61 de estas promesas, o sea el 29.9 por ciento del total. A la pregunta de por qué este rezago, la Presidencia de la República acepta que hay rezago, pero no explica cuál es la razón para el incumplimiento. La respuesta de la oficina presidencial fue que la administración concluirá el 30 de noviembre de 2018 y entonces, los 266 compromisos estarán listos. ¿Usted les cree?
Y es que la mayoría de los mexicanos no creen en los funcionarios federales, estatales y municipales ni tampoco en los legisladores, por lo que las movilizaciones sociales están creciendo a un punto que puede resultar muy peligroso pretenderlas minimizar o en su caso frenar a través de la fuerza pública.
Y mientras los narcos y grupos afines de la delincuencia organizada están repartiendo en zonas marginadas juguetes y despensas con la complacencia de autoridades locales, en las redes sociales está creciendo la indignación social ante un gobierno que está mostrando no contar con las herramientas de comunicación masiva requeridas para poder afrontar una crisis tan amplia que va desde la falta de credibilidad institucional, así como el desánimo y el coraje porque los ingresos familiares no alcanzan para afrontar esta espiral inflacionaria que apenas comienza.