DINTEL: La “izquierda” la trae chueca

21 de noviembre de 2012
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10:02
Abelardo Martín

Se veía venir desde hace tiempo y no obstante es noticia la separación o rompimiento en la autollamada “izquierda”, cuyos integrantes están, como todas las ideologías políticas actuales, amontonados en el centro.

La abrumadora mayoría de los dirigentes perredistas son ya el fenotipo del pequeño burgués o, más preciso, del nuevo rico que pretende no parecerlo y se vuelve una caricatura en su contradicción. Ejemplos sobran y es mejor no mencionarlos para evitar omisiones involuntarias.

Pero la salida de Martí Batres del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la propuesta de que su nuevo dirigente sea el saliente jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, y el registro de Morena como partido político son la prueba de cómo la autollamada “izquierda” la trae bien chueca.

Para empezar, los personajes mencionados, más el eterno candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, no gozan de buen prestigio, lo que se ha convertido en algo innecesario o superfluo para la actividad política.

¡No pasa nada!, acota el dirigente perredista, Jesús Zambrano, cuyo liderazgo se mantiene en vilo desde que empezó su periodo por las pugnas entre las llamadas tribus o entre chuchos, obradoristas, amalios, bejaranos y muchos otros para los que alcanza la cobija protectora de los gobiernos perredistas, en especial el del Distrito Federal, o de las prerrogativas (dinero público) que recibe el partido del Instituto Federal Electoral.

No hay dinero para los pobres pero si para los partidos que, entre más chicos dejan más, son mejor negocio, porque el dinero se reparte entre menos.

A la pretensión de Morena, de convertirse en partido político surge la pregunta obvia: ¿hace falta otro? o creemos que ya nos basta y hasta sobra con los que ya existen. Es más, debiera estudiarse si un país con tanta desigualdad y carencias debiera reducir los subsidios que se dilapidan en partidos, asociaciones y organismos partidistas que reciben anualmente millonadas de pesos.

Si no fuera así, como entender que tras 23 años de militancia en el PRD, el diputado federal Martí Batres renunció para integrarse de lleno a la creación del partido Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza López Obrador. “Creo que están pendientes grandes transformaciones en México y la fuerza transformadora de nuestro país, que busca un nuevo sistema político, una nueva economía, una nueva política social que se expresa en este movimiento y creo que Morena será determinante para los cambios que necesita el país”, dijo Batres. Ideología y convicción pura la de Batres.

Lo que Zambrano ve “normal” porque “él tenía en realidad, tiempo coordinándose con Morena, con Andrés Manuel directamente. Ya me había hecho el anuncio desde hace varios días de que tomaba la decisión de caminar con ellos y yo la respeto”.

Ahí no queda, porque Armando Quintero, ve al futuro: “Al concluir la gestión de la actual dirigencia de nuestro partido, tendremos el reto de construir un partido más amplio y plural e impulsar para dirigirlo en la próxima etapa un liderazgo nacional reconocido en la sociedad y en nuestras propias filas. “De manera genuina y alejada de cualquier mezquindad o sectarismo político, desde ahora valoramos la propuesta de que Marcelo Ebrard pueda presidir al PRD en la próxima gestión”, expresó.

No es “desbandada”, sino el acomodamiento al que los políticos están bien entrenados, atentos y listos. No solo en la llamada derecha, que va de salida, sino también en la izquierda porque la (mala) educación cívica y la (pobre) formación política son comunes para todos, independientemente de partidos, ideologías o clases sociales.

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QMX/am

 

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