DINTEL: Las lecciones gratuitas de Calderón a Peña Nieto

06 de noviembre de 2012
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9:46
Abelardo Martín

Un rico legado de lecciones y testimonios deja el presidente saliente, Felipe Calderón Hinojosa, a su sucesor, en tres semanas, Enrique Peña Nieto.

Una de ellas, muy importante, es que el tiempo es implacable, inexorable y nunca puede recuperarse, cuando se perdió no vuelve más. Otra es que, desde el primer minuto del primero de diciembre, es que el tiempo futuro se agota y corre mucho más de prisa de lo imaginable. Al que se confía y pierde el rumbo al principio, no lo recupera aunque quisiera volver sobre sus mismos pasos.

El gobierno calderonista quiso acelerar y diversificar la agenda cuando ya era demasiado tarde. Tuvo prisa porque los otros poderes actuaran conforme a sus tiempos y, su angustia por ser recordado no solamente por la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, sino por otros temas en los que quizá se trabajó pero muy pocos, o casi nadie, se enteró.

Hace unas cuantas semanas como que a algunos secretarios de estado intentaron cantar loas de sus éxitos cuando la mayoría pasan por desconocidos a pesar de haber tenido responsabilidades que por supuesto incumplieron porque nunca estuvieron ni a la altura del cargo, ni de los desafíos que ello implica. Ni siquiera el título de las encomiendas los agrandó, al contrario, lograron en la mayoría de los casos, empequeñecer la función y contribuir a la falta de gobernabilidad.

El sexenio se fue como un suspiro y esa lección el presidente electo Peña Nieto la agradece y la tiene muy presente. En el gobierno, el tiempo es oro y no puede perderse, dilapidarse o desatenderse.

Otra enseñanza es que, por su carácter o estilo (es de “mecha corta), el presidente Calderón tuvo diferencias con legisladores, jueces y gobernadores. Hay quienes le han visto, incluso, rasgos autoritarios dignos de las dictaduras, como el privilegiar amistad por capacidad. Así, confrontado hizo peticiones sin éxito, aunque ha concretado avances en los últimos meses, cuando ya el tiempo se agota.

Calderón pidió depuración de elementos a los jueces, transparencia a gobernadores y aval de reformas estructurales a legisladores. El resultado es que no se consumaron o consolidaron porque se hicieron tarde, a destiempo ya. En la recta final de su gobierno se aprobaron reformas que pidió durante años, como la Ley de Asociaciones Público-Privadas, la Ley contra Lavado de Dinero y la Reforma Política. En el tintero se encuentra la reforma laboral y la Ley de Seguridad Nacional, por ejemplo. El Primer Mandatario tuvo desencuentros con el Poder Judicial al argumentar que los jueces han dejado libres a delincuentes que la policía tiene que re encarcelarlos. Hace poco más de un año, reveló: “Yo sé que están en la nómina (los jueces) y sé cuánto reciben (por parte de los narcotraficantes)”.

Pronto contestó el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva, quien pidió al jefe del poder ejecutivo presentar la información sobre corrupción, a lo que respondió, en otro momento, que lo más percibido tiene que ver con la autoridad local. Enfatizó la falta de transparencia en estados y municipios, y criticó las deudas exorbitantes de las entidades federativas.

Una lección invaluable tiene que ver con la importancia de los primeros minutos y días de cualquier nuevo, pero especialmente a la luz de las últimas dos experiencias presidenciales de Vicente Fox y esta que termina de Calderón. Confundieron sexenio con eternidad.

Se enfrascaron en campañas o causas que demostraron ser fruslerías y dejaron de ver y actuar en lo importante, lo valioso, lo trascendente. Aunque diciembre es un mal mes para tener o hacer mucho trabajo por razones religioso-culturales, no habrá que perderse el tiempo. Incluso podría promoverse una reforma para, como en Estados Unidos o en Francia, escoger un mes más propicio al trabajo.

El tiempo, muy difícil de tasar, es lo más valioso de un gobierno y, el de Peña Nieto podrá estar agradecido a su antecesor si toma en cuenta sus lecciones y testimonios que, además, son gratuitos.

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QMX/am

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