Ifigenia Martínez Hernández, estadista y precursora feminista
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de marzo (Quadratín México).- En los próximos tres meses, las precipitaciones pluviales se reducirán hasta en 40 por ciento, y el mayo déficit de agua se registrará nuevamente en el noreste del país, así como en la Península de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, parte de Jalisco, Zacatecas y Durango.
Así lo reveló el coordinador de la Comisión de Agua de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el mandatario duranguense Jorge Herrera Caldera, al respaldar la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de restringir la perforación de pozos hídricos.
Reconoció que estas medidas son necesarias, pues ya en años anteriores el nivel de lluvias disminuyó en algunas regiones hasta un 60 por ciento. Más de 20 estados fueron afectados con el consecuente impacto negativo en la vida de miles de comunidades y en la economía de las regiones.
La nueva etapa de estiaje, “definitivamente, pone en riesgo, una vez más, los ciclos hidroagrícolas y el abastecimiento para las ciudades y las comunidades del medio rural”, enfatizó el gobernador de Durango.
Ante ello, la política del uso de agua, que incluye el Programa Nacional contra la Sequía, presentada por el presidente Peña Nieto, sostuvo, es “una respuesta articulada y oportuna para anticipar y atender los efectos de la sequía. Se trata de un mensaje firme y claro que de frente a las fuerzas de la naturaleza que, en ocasiones, amenaza la vida y la seguridad de las comunidades, contamos con la acción responsable del Estado mexicano”.
Herrera Caldera manifestó la voluntad de las entidades federativas para participar corresponsablemente en estas tareas prioritarias.
“En especial, valoramos y agradecemos que, derivado de este programa, se están llevando a cabo acciones concretas de apoyo a los productores del campo, mediante seguros catastróficos y la creación del Fondo de Apoyo Rural por Contingencias Climatológicas, previsto en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable porque, precisamente, prevenir es ganar”, puntualizó.
En esta tesitura, se pronunció por impulsar también medidas preventivas, como fortalecer la cultura del agua, desarrollar obras de infraestructura que permitan un manejo responsable y sustentable del vital líquido.
De igual forma, se requieren incentivos y políticas tarifarias que reconozcan nuestra realidad social, y sobre todo el verdadero valor del agua.
“México demanda armonizar el desarrollo económico y el desarrollo ecológico. La prosperidad presente, no puede construirse sobre la cancelación del futuro. Y ello aplica, lo mismo para los retos del agua que para los retos de la energía y de nuestra realidad fiscal”, subrayó.
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