Teléfono rojo/José Ureña
Pues no se ve claro
Por: Jesús Sánchez
Pues ya viéndolo más de cerca, el proyecto del Tren Maya que vino a sustituir el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional (NAIM) como la obra de obras del próximo sexenio, tiene como principal reto resolver el entorno incierto del sureste mexicano y su olvido centenario. Nada más y nada menos.
Aunque los gobernadores de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco están como soldaditos de la Cuarta Transformación, son muchos los hoyos negros que existen que podrían representar enormes costos sociales y ecológicos para esta región del país.
Si el Tren Maya es una obra para detonar el desarrollo en el sureste mexicano, la verdad es que no se ve claro en cómo, cuándo y de dónde. Midámosle el agua a los camotes.
No se ve por ninguna parte el tema indígena en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, dicen los que saben, pese a que el Tren Maya tendrá un fuerte impacto en las comunidades originarias y en los ecosistemas de las reservas de la biosfera tanto de Calakmul como de la Selva Lacandona.
Existen dos amplias zonas de resistencia que incluso derivaron en el alzamiento armado de 1994 con el EZLN, se trata de comunidades indígenas diseminadas en municipios de Chiapas, como Ocosingo y las Margaritas, donde cualquier viajero tiene claro que está “en territorio zapatista”.
En los comunicados divulgados por la comandancia del EZLN, avalados por el comandante Galeano, el rechazo al Tren Maya es evidente, pues consideran que “destruirá los territorios de los pueblos indígenas”.
Y de Alejandro Solalinde no quieren saber nada, no hay interlocución, pues.
El sitio arqueológico de Palenque y su cabecera municipal, reciben a miles de turistas, principalmente extranjeros, sin tren (y curioso pero llegan por avión). El Tren Maya le dará un giro al turismo de este tipo, dicen, pero la gente local sigue con los problemas de siempre. Las referencias a Manuel Velasco no son las mejores, es más, lo alucinan.
La otra zona de resistencia es la del grupo de los Lacandones, por demás complejo pues nadie puede decir que ya los tienen en la bolsa. Hubo acercamientos pero es un misterio todavía sin resolver.
Y eso que no se ha profundizado en la presencia de Romo y sus árboles de maderas preciosas y frutas en las tierras chiapanecas. El interés tiene pies, dicen.
En el caso de Campeche, el actual gobierno tiene un interés estratégico en el ámbito turístico, sobre todo en la zona protegida de Calakmul, cuando el petróleo dejó de ser el recurso que los mantenía. Existe un tendido de vías tradicional de Campeche a Mérida. Pero el nuevo proyecto se cobrará buena parte de la selva.
Yucatán es caso aparte pues durante más de un siglo su desarrollo lo tuvo gracias al ferrocarril, asociado en una primera etapa –por allá a mediados del siglo XIX- con el oro verde, el henequén, que salía hacia Estados Unidos y otros países del mundo desde Puerto Progreso.
Por ahí de 1980 comenzó el declive y la desaparición de este medio de transporte, a causa del desarrollo carretero, malos manejos administrativos y la corrupción. La estación Central en Mérida estuvo cerrada 18 años hasta que ahí mismo se estableció la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Para los yucatecos no es nuevo el tema y los operadores turísticos no lo ven como panacea, pues lo que les hace falta es promoción y los gobiernos estatales y el federal no la hacen.
En el caso de Tabasco, cualquier cosa que hagan le ayudará a salir del hoyo en el que ha estado hundido por muchos años.
Por eso, decíamos, el proyecto del Tren Maya no la tiene nada fácil.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Grillan al Tribunal Superior de Justicia chilango
Sin interpretaciones barrocas, no hay duda de que al magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez le asiste la ley y está calificado para ampliar su gestión en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México para el periodo 2019-2021.
Pérez Juárez fue designado titular del máximo Tribunal de Justicia de la Ciudad de México en marzo de 2017 luego de la renuncia de Édgar Elías Azar quien por cierto fue tres veces presidente del organismo judicial.
Peeeero, la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores) ya se enteró que le andan orquestando una mega grilla al magistrado para ponerle piedras en el camino. Y todo, para cobrarle viejas facturas a Miguel Ángel Mancera. ¿Y yo por qué?, diría el magaistrado Pérez Juárez.
Juristas y constitucionalistas han analizado la nueva regulación para este caso que por cierto entrará en vigencia hasta 2019. El caso de Pérez Juárez no cae en el terreno de la reelección porque fue designado.
De por sí a los integrantes del Poder Judicial los traen muy agobiados con las presiones desde la casa de transición, como para que los cargos más sensibles del sector público sigan definiéndose no por méritos y preparación sino por la grilla.
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