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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/06/éxtasis.jpg»>CIUDAD DE MÉXICO, 18 de junio (Quadratín México).- En estudios que observan al cerebro en acción, el hemisferio derecho es el predominante en la actividad sexual y se enciende durante el orgasmo. Lo que sorprende de este estudio publicado en Scientific American es que el hemisferio izquierdo es el más activo cuando se tienen recuerdos felices o se piensa en el amor. También es el más activo entre las personas libres de depresión y menos activo en las personas que están tristes.
¿Entonces por qué está menos activo en el placer sexual? Hasta hace ocho años, la neurociencia tenía poco que decir acerca del gozo, de la dicha, fuera sexual o de otra índole. Los estudios científicos habían evitado la experiencia sexual como un tópico a estudiar, sin importar que se trata de una parte importante de la experiencia humana.
Los nuevos estudios han concluido que el gozo sagrado o el profano, comparten la disminución de la auto-observación, alteran la percepción corporal y disminuyen la sensación de dolor. Y aunque el lóbulo izquierdo frontal es el ligado al gozo, las otras tres características son bilaterales. La ausencia de dolor está ligada directamente al placer, pero las otras dos, perder la auto-identidad y los límites corporales son menos obvios.
Roy Baumester escribió un libro completo dedicado a la premisa de que la auto-conciencia es considerada frecuentemente una carga. Frecuentemente desafiamos a la auto-conciencia con alcohol, drogas, rituales compulsivos, etc. Ahí es donde entra la meditación y el yoga que ofrecen un alivio a estos comportamientos y son de las pocas herramientas que crean un aumento en la felicidad. La meditación crea una disminución en las regiones implicadas con el juicio, las comparaciones, la planeación y el auto-escrutinio. En las técnicas de meditación budistas tántricas se produce una gran actividad en el corteza prefrontal solamente teniendo pensamientos de amor, bondad y compasión.
De la misma forma, la meditación activa los centros de placer en el cerebro. Este placer manifiesto es acompañado en un cambio en los hábitos. Los meditadores están más atentos de sus pensamientos y sentimientos de manera conceptual y al mismo tiempo les afectan menos. El placer está ligado a la sensación de conciencia en los límites del cuerpo y esto envuelve a los dos lados del cerebro.
El orgasmo y la meditación disuelven la sensación de límites físicos, pero los patrones de activación son distintos. La meditación modifica la auto-observación al aumentar la actividad en regiones específicas del cerebro. Modifica en particular un lugar llamado el giro angular derecho, una región que se activa significativamente en los intentos de imaginarnos a nosotros mismos desde una perspectiva externa o desde afuera del cuerpo. A diferencia de las meditaciones en donde el cuerpo se relaja al máximo, el orgasmo agudiza la sensación de estar dentro del cuerpo. Desde esa perspectiva orgasmo y meditación son antitéticos, opuestos.
Y mientras estas meditaciones desean disolver las sensaciones del cuerpo físico para profundizar en la experiencia del Ser, el orgasmo involucra más la experiencia corporal extendiendo los límites hasta su pareja.
QMX/arm