Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Sobre el Despiporre intelectual 4 (cuatro) Fin.
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Y a propósito don José Antonio Aspiros Villagómez nos explica
“Estimado amigo:
En lo que escribió hace días sobre tu trayectoria don Jorge Herrera Valenzuela, dice que a causa de tu problema de salud escribes solamente con tres dedos de una mano y dos de la otra.
Lo cual me lleva a comentarte que desde hace 61 años yo escribo con tres dedos; nunca aprendí mecanografía, a pesar de que en mis textos presumo de ser «el tecleador».
Y mi cerebro no da para tanto como ordenarles a los dedos que escriban bien; siempre me equivoco de tecla y pierdo mucho tiempo en las correcciones, incluido este mensaje.
Por eso salía tan sucio el servicio de Notimex en los días de descanso obligatorio, pues los malditos teletipistas, capturistas o como se hayan llamado no se presentaban y los de la redacción hacíamos su trabajo sin poder corregir las fallas, pues no sabíamos leer la cinta perforada.
Pese a ello, no me alegró que se hubieran quedado sin chamba cuando llegaron las computadoras.
Inclusive preparé a algunos para que fueran redactores y, mal agradecidos, aconsejados por algunos reporteros me acusaron de que les estaba dando una materia (redacción) que era para licenciatura, cuando tenían que haberla aprendido en la primaria.
Esa es una más de mis pequeñas anécdotas. Salud”.
Este comentario encuadra con sencillez nuestro trabajo.
Gracias a la arquitecta Yolanda Gómez Cobian, por su eficiencia y dedicación al reescribir el Despipore Intelectual y al maestro José Antonio Aspiros, por sus consejos.
Sigamos con las Reglas generales para el uso de las preposiciones:
1.-Cuando es una misma la preposición y son diferentes los términos, aquella se repite si éstos no tienen afinidad entre sí; y no se repite si la tienen: (Hago ejercicio por necesidad y por gusto; museo Nacional de Historia y (….) Arqueología).
2.-Si el sentido pide dos complementos de preposición diferentes con un mismo término, es necesario expresarlas ambas y reproducir el término (No está bien: Fui y vine deZacatecas; sino Fui a Zacatecas y vine de ella).
3.-Aún cuando la preposición sea una misma, es necesario repetirla y reproducir el término, siempre que no se presenten los dos complementos de un modo semejante respecto a las palabras que los rige.
La preposición a en el sustantivo:
1.-Se usa la preposición cuando el término es nombre que significa persona determinada (Saludé a Luis; Obsequidad a vuestros invitados; Teme a sus enemigos).
2.-Cuando el término es nombre propio de cosa:(Embelleció a Chapultepec; Visité a México; Conocí a Guadalajara).
3.- Cuando aun siendo el término nombre común de animal o cosa, va con artículo:(El caballo venció a la yegua; Se acercó a la ventana).
Y no se usa:
1.- Cuando el término es nombre común de animal o cosa sin artículo que lo modifique:(Domesticó fiera; Vende caballos).
2.-Cuando el término es nombre indeterminado de persona: (Contrato obreros; Vestirá santos; Cuida niños).
Regla de oido
Para saber si una preposición está bien empleada, se hace, con la frase que se trata de usar, una pregunta que empiece por dicha preposición; si sale bien la pregunta y cuadra con ella la respuesta, la preposición está bien usada; si ocurre o contrario.
El secretario dio cuenta con el acta de la sesión anterior. ¿Con que dio cuenta? Con el acta). Suena mal, por lo que se utiliza la preposición de: (¡De qué se dio cuenta? Del acta). Así queda.
Construcción de los casos complementarios
Con las inflexiones del indicativo se pueden usar siempre los afijos; pero los eclécticos siguen las reglas:
1ª. Cuando el verbo es la primera palabra de la oración (Asegúrote que erraste)
2°Cuando la palabra de que eclíctico forma parte, sigue inmediatamente a alguna de las conjuciones y, o más, pero: (Llevose el cadáver al templo y recibiéronle los religiosos).
3°Cuando la expresada palabra sigue inmediatamente a una cláusula de gerundio o participio:(Teniéndose noticia del peligro, tomáronse las providencias del caso).
4° Cuando a tal palabra, precede inmediatamente una preposición subordinada:(Aunque todavía quedasen muchos restos preciosos del reino anterior, notóse muy en breve la decadencia de la dramática).
En el subjuntivo se emplean los afijos. Pero se exceptúan algunas construcciones optativas de carácter afirmativo (Favorézcate la fortuna).Si no comienzan con el verbo, reclaman el afijo.
-¿Les contaste lo que pasó? -Se lo conté (a ellos). -¿Le diste los libros? -Se los di (a él) -¿Les pagaste la renta? -Se las pagué (a ellas).
-¿Le pediste flores? -Se las pedí (a ella).
Relativos quien y cuyo
Quien: Se usa como persona o cosa personificada, sobre todo si va precedida de preposición. Se hace interrogativo acentuándose y equivale a qué persona. Como es relativo, no se puede usar como sustantivo (¿Quiénes otras personas vinieron?) Debe concordar en número con el antecedente (El amigo de quien te hablé).
Cuyo: para que este relativo posesivo esté bien empleado, se necesita: que señale, que enlace y que denote posesión.
Una explicación sobre el gerundio que termina en ando, iendo o endo.
Saber usarlo es de sabios. Por eso recomendamos respetarlo porque, en muchos casos, destruye la prosa.
El gerundio es un derivado verbal que hace oficio de adverbio. Expresa coexistencia o anterioridad inmediata (Andando los caballeros lo más de su vida por florestas. Los caballeros tendiendo por el suelo una pieles de oveja, aderezaron su rústica comida).
El gerundio nunca puede denotar posterioridad (Llegaron a su casa, teniendo que retroceder).
El gerundio nunca puede referirse a un complemento dativo. Son frases erradas: Regresé de Europa, ocupándome después en el arreglo de varios asuntos. Nació en Guadalajara, siendo sus padres personas humildes.
Tampoco se debe usar, aunque lleve complemento acusativo, cuando sobre él no recae la acción del verbo: La policía descubrió una conspiración, (aprehendiendo) y aprehendió a los principales autores de ella.
Nunca puede ser adjetivo, salvo en expresiones admitidas por el uso: Agua hirviendo. Una casa ardiendo.
A muchos comunicadores sociales no les gusta hablar del gerundio, y como no les gusta, no lo manejan con facilidad. Por eso incurren frecuentemente en impropiedades.
El gerundio es quizás uno de los errores más comunes en el lenguaje oral y escrito. Lo más cuestionable aun, es que muchos de los que incurren en fallas, son educadores, periodistas y profesionales que emplean el lenguaje como herramienta básica de trabajo.
He perdido la cuenta de las veces que he escrito del uso y del abuso del verbo en gerundio.
Pero nunca está demás volver sobre el tema, sobre todo cuando se leen informaciones en las que se anuncia que “habrá vacunación masiva de la población, erradicándose el paludismo y la poliomielitis”
O que “el delincuente huyo siendo capturado al día siguiente”.
Este último ejemplo es frecuente en la redacción de sucesos en la mayoría de los países de habla hispana, aunque se insista en la corrección, pareciera que el mal uso va en aumento.
Aunque sea nadar contra la corriente, hoy volveré a hablarles del gerundio.
Las reglas para el uso del gerundio destacan que este debe expresar siempre una acción simultánea, anterior o posterior casi inmediata al verbo principal.
Por ejemplo, en la frase “Escuchando el concierto de Menudo, recordé mis días de estudiante de bachillerato”. Aquí el gerundio “escuchando” está bien utilizado, pues la acción de escuchar es anterior a la de recordar.
Del mismo modo, si se dice que “muchas personas trabajan escuchando buena música”, las acciones de trabajar y escuchar ocurren simultáneamente”.
Y si alguien “salió dando un portazo”, la acción de dar el portazo es posterior casi inmediata a salir.
Estas son las tres formas del uso adecuado del gerundio, que por definición es la forma invariable no personal del verbo, cuya terminación regular en español es “ando” en los verbos de la primera conjugación; “iendo” o “yendo” en los de la segunda y tercera: amando, temiendo, partiendo.
Suele denotar acción o estado durativos: “Estoy leyendo”; “Seguiré trabajando”.
Tiene más generalmente carácter adverbial, y puede expresar modo, condición, tiempo, motivo, concesión y otras circunstancias: “Vino corriendo”. “Hablando se entiende la gente”.
Se emplea a veces en construcciones absolutas: “Consultando el diccionario, descubrí esa palabra”.
El mal uso del gerundio consiste en emplearlo como complemento indirecto o circunstancial:
“Abordé al presidente entrando en el Congreso”.“Terminaron todo, marchándose a sus casas”.
Ambas frases pudieron haber sido redactadas de otra forma: “Abordé al presidente cuando entraba en el Congreso” y “Terminaron todo y se marcharon a sus casas”.
Son correctas, sin embargo, las oraciones en las que el gerundio está acompañado por un complemento directo, siempre y cuando el verbo principal sea un verbo de percepción: “Vi a Pepe y a Alí andando por la calle” o “Un transeúnte vio a los ladrones intentando abrir el vehículo”.
Antes la Real Academia Española condenaba el uso del gerundio como acción posterior a la del verbo principal. Luego admitió la posteridad, siempre que sea casi inmediata.
Si ese no es el caso, deben evitarse oraciones como: “Se cayó una casa, muriendo tres personas” o “Se sometió a votación la enmienda aprobándose por unanimidad”.
En su lugar debe escribirse: “Mueren tres personas tras el derrumbamiento de una casa” y “Se sometió a votación la enmienda, que se aprobó por unanimidad”.
Se incurre en otro uso inadecuado del gerundio cuando se lo emplea como adjetivo especificativo, y es en el que incurre la mayoría de los redactores de sucesos, incluidos algunos muy instruidos, de medios de gran prestigio.
Es común y corriente leer la típica frase, señalada en la introducción de este texto, según la cual “el delincuente huyó siendo detenido al día siguiente”.
Lo correcto y decente es: “El delincuente huyo, y fue detenido al día siguiente”, pues entre la acción de huir y de ser capturado hay una posteridad que no es inmediata.
De la misma clase son: “Se busca docente teniendo tres años de experiencia”; “Ayer la policía retuvo un vehículo siendo solicitado por robo”
Lo correcto hubiera sido: “Se busca docente que tenga tres años de experiencia” y “Ayer la policía retuvo un vehículo que era (o estaba) solicitado por robo”.
Finalizamos sobre el despiporre intelectual. Gracias