Juego de ojos
Carlos Ravelo Galindo, afirma.
No olvidamos el ciclo don Guillermo.
Menos en tu cumpleaños. Naciste un 10 de julio de l899. Cuando la población era de 15 millones de habitantes.
Y hoy, que cumplirías ciento veinte años INEGI nos confirma
que en México residen casi 125 millones de personas: 51.1 por ciento son mujeres y 48.9 por ciento son hombres.
Cierto y no olvidamos que, como nos dijiste, aún jóvenes ambos:
“Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes, crean oportunidades, los buenos tiempos crean hombres débiles y los hombres débiles crean tiempos difíciles»
Y doña Rosa Chávez nos lo recuerda y reconoce:
Nos hemos vuelto, una sociedad de mercado, cuanto tienes cuanto vales, el vínculo social y las relaciones con el otro son conflictivas.
Los jóvenes casi en su totalidad no tienen sentido de pertenencia, son egoístas, indiferentes, al contrario de la generación de los baby boomers, los de la posguerra que trabajaron para reconstruir las pérdidas. Sufrieron la destrucción de su familia, cultura y pertenencias.
La presente generación, la de la tecnología es la más débil de la historia. Dependen de aparatos, en una sociedad light, de cultura desechable, de la oferta y la demanda.
Posicionan sus prioridades en lo superfluo, viven la ley del mínimo esfuerzo y terminan viviendo, valga el gerundio, en mediocridad.
Se dejan llevar por la corriente, las modas, como del tatuaje, el consumo de drogas, el sexo sin compromiso, dicen ser originales y terminan sin criterio, ni originalidad, se despersonalizan.
Hasta presumen de ser bisexuales.
No olvidemos el ciclo. Son Las Tres fuentes de Sufrimiento que nos las describe la doctora Rosa Chávez Cárdenas, en una amable plática
Estamos amenazados por el terrible problema del mercado y la guerra.
Pero no cualquier guerra, la guerra terrorista, el mercado de las drogas, y el de las agresiones al medio ambiente provocadas por la ambición humana.
El otro sufrimiento al que nos enfrentamos es el de la lucha de poder y del narcisismo de los dirigentes populistas, son un obstáculo para el progreso.
Freud, el creador del sicoanálisis, descubrió tres fuentes de sufrimiento a las que el individuo tiene que enfrentarse a lo largo de su vida: su organismo, las fuerzas externas despiadadas y los vínculos con las otras personas.
Somos seres sociales por naturaleza y que contrasentido, las relaciones con los otros son la fuente más importante de sufrimiento. El ser humano es el más indefenso del reino animal, los primeros años depende totalmente de los cuidados de un adulto, posteriormente crea dependencias con otros, al grado que le da miedo la separación. La primera fuente de sufrimiento a la que se enfrenta se refiere a la defensa de las enfermedades, fortalecer su sistema inmunológico, el eros, la fuerza vital.
Posteriormente aprende conductas de autocuidado. Estar alerta de las agresiones externas, el instinto de supervivencia.
Se fortalece el circuito neuronal, el encargado de transmitir la información más urgente para defenderse de los peligros del exterior.
Insiste ella, la neuróloga que el instinto de conservación incluye los tres cerebros: el reptiliano, el emocional o límbico y el racional o neo córtex.
El reptiliano reacciona de manera involuntaria ante cualquier peligro, prende la alarma, pone en alerta a la fábrica de hormonas que ayudan a correr o defenderse.
El problema actual reside en que estamos agotados y no identificamos quién es el enemigo.
La tercera fuerza a la que tiene que enfrentarse proviene de los vínculos con los otros: la familia, la escuela, el lugar de trabajo y el entorno en donde se desenvuelve.
El otro puede ser una contraparte y una colaboración.
Y la relación con el otro se vuelve necesaria para convertirse en objeto de posesión.
Con la convivencia el “otro” se vuelve objeto de agresión, explotación y posesión a través de todo aquello que define su capacidad de ser distinto.
Cuando los vínculos sociales se disuelven, los intercambios se vuelven imposibles, amenaza, chivo expiatorio, enemigo.
Es entonces cuando el vínculo entre pares se vuelve destructivo, en lugar de fortalecer y liberar lo debilita y somete, en lugar de ser fuente de gozo se vuelve sufrimiento.
Se desata la hostilidad de uno contra todos y todos contra uno.
Y después de tan encomiable estudio, doña Rosa, nos echaremos una, a la una.