En las nubes/Carlos Ravelo Galindo

El fusilamiento

El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.

De 1960 a 1964  don Alberto Ramírez de Aguilar y nosotros, con el auxilio del licenciado Donato Miranda Fonseca y Raúl Salinas Lozano, padre de quien suponen,  hicimos –fuimos productores—diez películas de largo metraje.

Algunos argumentos, los compramos. Pero otros los escribimos al alimón.

Una de las cintas la llamamos “El Fusilamiento”, porque, valga la indiscreción, eso fue: utilizar, del actor Joel Macrea, el argumento de una película de pistoleros, sin corte alguno, pero con diferentes  actores. Manuel Capetillo y Ana Bertha Lepe, dos de muchos más.

(Entre paréntesis  nuestros diez filmes se exhiben todavía en la TV.)

Nos pasó lo mismo que al escolar. Se los platicamos:

El profesor al repartir las calificaciones, empieza:

– Luisito, toma, has sacado un diez.

Pedrito, tú has sacado un ocho. Muy bien también.

Juanito, un seis pero apruebas. Es bueno.

Tú, Carlos Fernando has sacado un cero.

– Pero maestro, ¿y yo por qué he sacado un cero?

– Por haber  copiado el examen de Juanito.

¿Y usted cómo sabe eso?

– Pues porque has contestado las cuatro primeras preguntas igual que él.

En la quinta pregunta, Juanito puso, con toda honestidad, “No me la sé».

Y tú has escrito: «Yo tampoco «

Así lo hacemos hoy con  frases del genio escritor Hemingwey.                 Copiarlas:

“Cada día es un nuevo día.

Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.

El mundo es un buen lugar por el que vale la pena luchar.

El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.

Conocer a un hombre y saber lo que tiene en la cabeza son asuntos distintos.

La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.

“Nunca escribas sobre un lugar hasta que estés lejos de él.

Breves. Pero precisas.

Añadimos algo del autor de, entre otras,  “Por quién doblan las campanas”, sobre la guerra fratricida española.

Ernest Miller Hemingway fue un escritor y periodista estadounidense, quien como corresponsal vivió un gran número de momentos históricos de su época.

Algunos de estos momentos marcaron su vida, y  quedar perdidamente enamorado de España y sus Sanfermines, así como en sus obras como novelista y cuentista. Fue uno de sus máximos exponentes dentro del siglo XX.

Le concedieron el Nobel de Literatura en 1954.

En la última etapa de su vida, Hemingway se vio aquejado por numerosas enfermedades y peripecias en las que milagrosamente sobrevivió.

La malaria, el ántrax, la hepatitis, disentería, anemia, cáncer de piel y diabetes, fueron algunos de sus padecimientos.                

Siniestros como una fractura craneal, tres accidentes de tráfico y el sufrimiento por heridas de metralla.

Todo esto le provocó severos problemas mentales que finalmente dejaron de atormentarlo el 2 de julio de 1961, cuando tomó su escopeta y se quitó la vida.

Esto, palabra, no lo copiamos. Lo habíamos leído, hace muchos, pero muchos años.

[email protected]