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Juego de ojos
Aunque no lo creas
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Sobre la muerte de Hidalgo nos dice la escritora amiga doña
Rusia McGregor:
“Que historia la de nuestro país. Pasan los años, los meses y los
días y yo insisto en que solo cambian las fechas y los nombres y,
obviamente, la forma en que asesinan a quienes no están de acuerdo
con X ideología o decisión y, por supuesto, lo disfrutan.
Ahora se hacen encuestas y consultas populacheras.
Qué mundo
Tus Nubes, historia y cultura, excelentes. Siempre aprendo algo
de ellas. R.
Le solicitamos al autor su original. Y el maestro José Antonio
Aspiros Villagómez, de inmediato nos respondió.
Cinco mil años de libros, antes de Gutenberg se trata de un
artículo muy viejo (22 de abril de 2020) que seguramente recibiste en
su momento.
Esta nueva es una versión reducida y adaptada por las
compañeras que me lo solicitaron.
Te lo copio enseguida, pero te pido darle crédito a la Academia
de las Artes de la Escritura de la Asociación Mexicana de
Profesionales de la Edición.
(José Antonio Aspiros es periodista y exprofesor de nuestro
diplomado en Corrección de estilo)
Esta Academia imparte cursos, conferencias y un diplomado en
Corrección de estilo y asesoría editorial, donde varias veces me tocó
dar la materia de corrección periodística, que no se refiere a
cuestiones meramente gramaticales, sino a cómo emplear nuestro
idioma en los diversos géneros periodísticos y cuáles son los errores
(y horrores) más comunes de nuestro gremio en este tema.
“Todo el saber humano (desde las letras de canciones populares
y recetas de cocina hasta las más importantes teorías y
descubrimientos sobre los misterios de la vida y el Universo) está en
los libros: todo.
Pero no sólo en los libros que se publicaron a partir de la
imprenta hace menos de seis siglos, sino también en sus antecesores,
hechos a lo largo de cinco mil años en piedra, madera, piel animal,
metal, papiro, amate, cuerdas anudadas o cualquier cosa que tuvieran
a su alcance las antiguas civilizaciones.
El bibliotecólogo, escritor dedicado a la historia de la destrucción
de libros y director de la Biblioteca Nacional de Venezuela durante el
periodo de Hugo Chávez, Fernando Báez, explica en Los primeros
libros de la humanidad, que tanto para Oriente como para Occidente el
libro es «una expresión de la memoria que vincula a cada generación
en la primera red social contra la amnesia», y que como máquina para
pensar es un peligro para los tiranos.
En su extenso y apasionante paseo por la historia del libro antes
de la imprenta, el estudioso se refiere al invento del alfabeto, a los
primeros libros, a la existencia de los escribas, a las antiguas
bibliotecas miles de años antes de nuestra era, y a la persecución,
destrucción o expolio de obras valiosas.
A lo largo de su recorrido, Báez nos da a conocer que episodios
bíblicos (como lo del diluvio y los siete días de la creación) ya estaban
relatados en tablillas encontradas en Nínive. Un detalle interesante es
el delicado trabajo que significaba copiar los textos en Judea y en
Babilonia.
El bibliómano cuenta que a los escribas que no denunciaran
alguna errata en cualquier copia de la Torá, corrían el riesgo de que se
les considerara sospechosos de herejía. Pero el riesgo podía
extenderse incluso a los lectores, como ocurría en la antigua
civilización china donde se destruían los libros opuestos a los
emperadores y enterraban vivos a quienes se opusieran a la
destrucción.
El exdirector de la Biblioteca Nacional de Venezuela habla
también de los libros antiguos en Japón, Corea, Grecia, Roma, Egipto,
Bizancio y el mundo islámico, entre otros sitios. Explica el origen y
significado de términos como códice y cuaderno.
Las investigaciones de Báez abarcan también la historia de los
libros primitivos en África, por lo que comenta que Mali fue un
importante centro de intercambio cultural, mientras que en Tombuctú
los musulmanes alfabetizaron a la gente y crearon una escuela de
escribas; además de ser ellos los fundadores de la primera
universidad del mundo.
No menos fascinantes son sus relatos sobre los libros en la Edad
Media; o la descripción de las obras y los autores imprescindibles de
ese periodo, cuando surgió el palimpsesto, cuando se privilegiaron los
llamados textos sagrados, cuando Carlomagno animó a los obispos a
crear bibliotecas y escuelas de copistas (scriptoria), cuando el
pergamino se impuso al papiro como soporte de la escritura mientras
hacía su aparición el papel.
El deslumbrante recorrido de Fernando Báez por la prehistoria
del libro concluye cuando, en 1492, un abad escribió el Elogio a los
escribas, una obra donde denuncia la aparición del libro impreso y
defiende la existencia del antiguo manuscrito
*José Antonio Aspiros es periodista y exprofesor de nuestro
diplomado en Corrección de estilo