ENTRESEMANA: De la tolerancia a la intolerancia

02 de julio de 2012
 , 
1:00
Moisés Sánchez L.

En este esquema del resultado de la jornada comicial, Josefina Vázquez Mota dio una lección de civismo, tolerancia e inclusión. En la derrota se conoce la estatura del contendiente. La candidata del PAN a la Presidencia de la República aceptó que las tendencias no le favorecían. Y ello, en política, implica sumar y crecer.
A la hora de redactar esta entrega de Entresemana, los números se movían en el PREP. Enrique Peña Nieto, candidato da la alianza PRI-PVEM caminaba en porcentaje promedio de 40 por ciento de la votación en la elección federal que superaba porcentajes de participación de 60 por ciento.
Josefina Vázquez Mota se instalaba en el segundo sitio, aunque Andrés Manuel López Obrador de pronto la superaba. Pero Peña Nieto iba al frente, resultado de una elección que fue mentís a estos escenarios de violencia, aunque hubo aprestos de prohijarla para generar caos.
Vaya, incluso por ahí de las tres de la tarde, cerca de un centenar de supuestos ciudadanos de paso por el Distrito Federal, que no pudieron votar en algunas casillas especiales porque se agotaron las 750 boletas con que fueron dotadas, se plantaron frente a la sede nacional del IFE en demanda de boletas para sufragar.
Imposible cumplir la demanda porque la ley es clara en ese sentido. ¡Ah!, pero los quejosos cumplieron con un objetivo. Y mire usted, hay que recordar que en esto de la política no hay coincidencias ni casualidades, porque estos ciudadanos molestos por no poder votar se dieron tiempo para elaborar mantas y organizar una marcha y mitin frente al IFE.
Ahí asomaba ese tentáculo de la intolerancia, del intento de descalificar al árbitro de la contienda. Caía una tormenta sobre la ciudad de México y, aun así, había ciudadanos que se formaban afuera de las casillas en espera del turno para sufragar.
Pero frente al IFE se mantenían estos ciudadanos que no habían podido votar. Y retaban a los reporteros y los descalificaban. Burda provocación, mientras el candidato de la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, se abstenía de aparecer en público. Encerrado en su casa de campaña esperaba al anuncio oficial, el de las once de la noche con cuarenta y cinco minutos que, sin duda, en voz del consejero presidente Leonardo Valdés Zurita, indicaría que perdió en el segundo intento por llegar a Los Pinos.
Por eso, sin duda, Pablo Gómez, blofeaba en la sesión del Consejo General del IFE y descalificaba a Sebastián Lerdo de Tejada, representante del PRI ante el máximo órgano comicial del país, con la referencia de que su discurso era de los años 50, del siglo pasado. ¿Y?
El pecado en que incurrieron Lerdo de Tejada y Rogelio Carbajal fue manifestar coincidencias de tolerancia y respeto al resultado de la elección. Josefina Vázquez Mota había admitido dos horas antes que las tendencias no le favorecían y ello la instaló en un espacio que se le reconocerá en la historia política nacional.
Y de no menor relevancia y reconocimiento fue el hecho de que Rogelio Carbajal Tejada, representante del PAN ante el Instituto Federal Electoral (IFE), llevara ante el pleno del Consejo General esta admisión.
Quizá a Pablo Gómez le dolió que Lerdo de Tejada haya llamado a la izquierda a dejar de polarizar a los ciudadanos. ¿Aceptará López Obrador el resultado de la jornada electoral dominical? Se alza con millones de votos, representa a un importante sector de la población que, con gobiernos como el del Distrito Federal, debe abonar por la civilidad.
Los mexicanos estamos hartos de violencia e inseguridad, de bloqueos y marchas sin razón. Josefina ha dado una lección que la izquierda que lidera Andrés Manuel debe asumir por la salud de México. Conste.
[email protected]

Te podria interesar