Escenario político/Daniel Adame Osorio

La estructura de los gobiernos representativos está caracterizada por los mandatarios, los que gobiernan, que son designados a través de elecciones; ciudadanos libres para discutir, criticar y demandar en cualquier circunstancia, pero que no están capacitados para ordenar qué hacer al gobierno; a su vez, el gobierno se encuentra dividido en órganos separados que pueden controlarse recíprocamente, y está limitado en cuanto a lo que puede hacer por una Constitución, al tiempo que los gobernantes están sometidos a elecciones periódicas.

Los debates son útiles porque quitan comodidad a los candidatos y, se someten a un comportamiento real en contraste con los spots que son diseñados en el marco del modelo de comunicación y, con spots en radio y televisión de mala calidad.

Se trata por tanto de ver sus reacciones, aciertos y errores frente a los adversarios.

Al mismo tiempo, las plataformas electorales de los candidatos presidenciales no han sido útiles al votante potencial, dado que son documentos extensos y, que no coinciden con lo expuesto por los candidatos en sus mensajes para la radio y televisión.

Es verdad que el cambio en el formato para los debates presidenciales ha mejorado a partir de 2018, para responder a las audiencias y, generar una conversación de mejor calidad para el interés público.

El oficialismo ha centrado su ataque lo mismo a sus adversarios que al perfil de los moderadores de los debates y las preguntas de la sociedad y, filtradas con el profesionalismo del ITESO.

El medio ambiente, educación, salud, corrupción y, violencia a la mujer, han sido los temas que han encontrado a los aspirantes a la silla del águila con reacciones contratantes.

La candidata oficialista con el guión de la continuidad del lopezobradorismo, la ha confrontado con la realidad.

Y una candidata opositora con ejemplos concretos que explican que la actual gestión presidencial ha fracasado, lo mismo por su política gubernamental que por sus prácticas de corrupción y, su valor agregado ha sido ofrecer alternativas para restaurar la capacidad de gobernar.

El candidato naranja tuvo la virtud de mostrarse en el escenario político ante el público.

En otras palabras, Claudia al defender la continuidad, se ha encontrado con el peso específico de la realidad.

El mérito de la aspirante opositora ha sido poner en la mesa el plebiscito para decir si o no al oficialismo en el votante potencial y, MC a la búsqueda de mantener en el escenario político a ese partido.

Al final, la alusión de Xóchitl Gálvez al presidente es el testimonio de que es AMLO el factor político del debate y del proceso electoral.

No es menor que hablemos ya de decenas de candidatos asesinados recién terminado el primer mes de la campaña electoral.

Sigue siendo un reto gigantesco atraer al público más joven de votantes en 2024, a una campaña que no trata sobre la oferta de los aspirantes presidenciales, sino sobre (la demanda) es decir, lo que exigen los ciudadanos para abandonar el resentimiento planteado por el oficialismo y, salir adelante, como ha afirmado la candidata opositora, Xóchitl Gálvez.

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