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PARÍS, 13 de junio (Quadratín México).- Francia demandó el endurecimiento y ampliación de las sanciones contra el régimen sirio, incluido su ejército, y que el plan de paz del enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Kofi Annan, sea obligatorio.
En tanto, el régimen de Siria rechazó que en el país se viva una guerra civil como manifestó el jefe de operaciones de mantenimiento de paz de la ONU, Herve Ladsous, mientras las tropas sirias retomaron el control de al-Haffa tras el retiro de los rebeldes.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, endureció el tono respecto a Siria después de semanas de un impasse diplomático ante el evidente fracaso del plan de Annan para un cese al fuego que permitiera iniciar negociaciones.
Fabius afirmó que Siria estaba en una situación de “guerra civil”, por lo que urgió de nueva cuenta a la salida del “régimen carnicero” del presidente Bashar al-Assad y advirtió que Francia se va a pronunciar sobre las sanciones y el plan de Annan en el Consejo de Seguridad.
“Si no se llama paso hacia una guerra civil cuando masivos grupos pertenecientes a un mismo pueblo se matan mutuamente, entonces no podría describir lo que está sucediendo”, comentó en una conferencia de prensa.
Bashar al-Assad “no es más que un prebendado a la cabeza de un grupo de asesinos” y Francia “piensa estar en la punta de la acción contra su régimen”, sostuvo.
Aseguró que Francia propondrá que el plan de seis puntos de Annan se aplique bajo lo dispuesto en el capítulo siete de la ONU, el cual permitiría la acción respaldada por la fuerza, aunque admitió que sería poco probable que Rusia y China lo acepten.
A su vez, el régimen de Siria rechazó que en el país se viva una guerra civil como manifestó el jefe de operaciones de mantenimiento de paz de la ONU, Herve Ladsous, mientras las tropas sirias retomaron el control de al-Haffa tras el retiro de los rebeldes.
“Hablar de una guerra civil en Siria no refleja la realidad. Lo que está sucediendo en el país es una guerra contra grupos armados que eligieron el terrorismo como camino para alcanzar sus metas”, señaló la cancillería en un comunicado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Emigrantes de Siria pidió objetividad a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y manifestó su extrañeza por las declaraciones de Ladsous sobre la existencia de una guerra civil en el país.
“Siria esperaba y sigue esperando que los funcionarios de la ONU, en particular Ladsous, traten con objetividad, imparcialidad y precisión a los actuales acontecimientos en Siria, sobre todo después del despliegue de observadores internacionales”, agregó.
Destacó que Siria no está viviendo una guerra civil sino una lucha para erradicar el flagelo del terrorismo y poner fin a los asesinatos, a los secuestros, a los atentados y a los asaltos y actos de sabotaje contra las instituciones del Estado y las empresas públicas y privadas, puntualizó.
Asimismo, reiteró su compromiso con el plan de paz impulsado por Kofi Annan, que establece entre otros puntos el cese al fuego, la liberación de presos políticos y un diálogo entre el régimen sirio y la oposición.
Poco antes, las fuerzas leales al régimen sirio retomaron el control de la ciudad de al-Haffa tras el retiro de las fuerzas armadas opositoras después de ocho días de intensos combates y bombardeos.
El opositor Ejército Sirio Libre (ESL) decidió retirarse esta mañana de la sitiada ciudad de al-Haffa, como una táctica para evitar la muerte de más civiles.
En otro frente militar, las fuerzas sirias reanudaron este miércoles los bombardeos contra posiciones opositoras en las ciudades sirias de Homs y Deraa, así como en la provincia de Aleppo y en el distrito de Zabadani, cerca de Damasco.
Según el Observatorio sirio de los Derechos Humanos, unas 14 mil 115 personas, la mayoría de ellas civiles, han muerto en Siria desde que inició la revuelta contra al-Assad, a mediados de marzo de 2011.
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