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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero de 2017.- Al calificar el gasolinazo como una factura impagable y dolorosa, la Arquidiócesis de México advirtió que la furia de la sociedad por el aumento a los precios de la gasolina se debe a décadas de mala administración e irresponsable gasto, lo cual, “nos tienen en este atolladero de la nueva política energética que no vislumbró las consecuencias sociales porque no hubo sensibilidad al respecto”.
A través de su editorial dominical de este 8 de enero titulada Insensibilidad, la Iglesia católica advirtió que la mala administración de la riqueza petrolera fincó castillos en el aire, que hoy se refleja en la crisis como la que se vive por el gasolinazo.
“Y con razón el enojo de los contribuyentes cuando se les obliga a pagar por los errores de otros que, en el pasado, se sirvieron del poder con las bolsas henchidas de petrodólares, endeudando eternamente a los mexicanos de la clase media y pobre”, señaló.
En su editorial afirmó que Petróleos Mexicanos (Pemex) sirvió como una caja chica para cobijar estructuras de poder que chuparon los recursos que debían ser aplicados al desarrollo de la industria que dio bonanza, afirmó la Arquidiócesis de México.
Al recordar que el pasado diciembre las autoridades reguladoras de energía y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público adelantaron la liberación de los combustibles que incrementó su precio hasta en un 20 por ciento, la Arquidiócesis señaló que a esto se suma otro golpe a la economía por el aumento a las tarifas de energía eléctrica que se ajustan entre 2.6 y 3.5 por ciento para el sector comercial, y en 2.6 por ciento para el uso doméstico de alto consumo.
“Sin duda, México tendrá un amargo 2017, luego de décadas en las que, debido a la política energética de precios artificiales y subsidios gubernamentales –que representaron cerca del 3 por ciento del Producto Interno Bruto– fueron disfrazados los costos reales de los combustibles. A medida de que los subsidios fueron eliminándose, los gasolinazos mensuales desplazaron las aportaciones gubernamentales para reflejar los costos reales, hasta la liberación de precios que hoy se ve reflejada en 90 tarifas máximas distintas en el país, que variarán conforme a la cercanía de las instalaciones de producción, de distribución de combustibles y los precios internacionales”, destacó.
Señaló que cerca del 43 por ciento del precio de cada litro es determinado por la cuota del Impuesto Especial Sobre Producción y servicios (IEPS) y el pago del 16 por ciento del IVA.
“El resultado son gasolinas carísimas usadas para captar impuestos de los cuales, por desgracia, no hay transparencia en cuanto a su destino y fin”.
Lamentó que no sólo fue la alta burocracia, sino que al amparo del petróleo creció el poder de sindicatos con prebendas increíbles, creando líderes intocables y millonarios.
“Esa riqueza fue dilapidada, desapareció, y ahora millones de contribuyentes son sacrificados para reponer con impuestos lo que se perdió debido a la corrupción e irresponsabilidad”, expresó.
Aseguró que las soluciones deben ser urgentes porque México no está preparado ante un mazazo brutal que le lastima más.
“Todos estamos llamados a la responsabilidad, y particularmente la alta burocracia y clase política de sueldos inmorales y prestaciones inconcebibles en el débil país del 2 por ciento de crecimiento anual, y la mitad de la población en situación de pobreza”, puntualizó.