Homicidas Gourmet, con humor negro cuestiona comportamiento social

CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2018.- El incesante tic tac de un reloj, una noche de insomnio esquizoide y cuatro actores en escena protagonizan el primer momento escénico de la puesta Homicidas Gourmet donde Lucca, Jess, Liz y Roy, personas como cualquiera, excepto por el macabro pero nada íntimo secreto que comparten, van desentrañando la sublimación de la violencia, a través de la creación como experiencia estética, tomando a la justicia por propia mano como pretexto.

En el Teatro Helénico se llevó a cabo el estreno de la obra teatral, que con la dramaturgia de Édgar Vicente Álvarez Estrada y la dirección de Aarón Hernández Farfán, es una hilarante reflexión sobre nuestra sociedad, donde la violencia cada día nos sorprende menos, y del papel de las  redes sociales en una vida cotidiana que para algunos carece de emoción.

El montaje, presentado por la Secretaría de Cultura, a través del Centro Cultural Helénico y el Colectivo #HG, cuenta con un elenco conformado por Tania Arredondo, Fabiana Perzabal, Eduardo Victoria y Tizoc Arroyo, quienes van develando la  trama a través de capítulos de lo que podría ser una novela negra para los amantes de lo virtual.

En Homicidas Gourmet, con el asesinato como punto de convergencia, sus cuatro protagonistas se van relacionando entre sí de distintas maneras, ya sea como parejas o a través de la amistad y complicidad, en una divertida comedia que por sus elementos estéticos y discursivos, tiene mucho de cinematográfica, lo que se evidencia en los juegos de video proyecciones creados por Miriam Romero y Joana Núñez, y en la musicalización y transiciones sonoras, planteadas por el propio director de la puesta.

Con un guión que hace a los personajes ir intercalando los roles de protagonistas y narradores, pero sin perder su esencia ni olvidar su papel en la trama, la historia parte de la desilusión como detonante de una serie de asesinatos producto, primero de la indefensión para pasar a la venganza, y luego de la búsqueda de la malsana trascendencia, para finalmente convertirse en una adicción.

La minimalista escenografía y la dinámica iluminación, a cargo de Teresa Alvarado, resultan muy apropiadas para acompañar a los actores en un  planteamiento dramático con personajes complejos, que siendo personas comunes y corrientes, muestran sus más profundas patologías a través de sus diálogos, acciones e interacciones.

Con referencias a conocidos asesinos seriales como Goyo Cárdenas y Ted Bundy, la obra también juega con la creación de los perfiles criminales de sus protagonistas, quienes viven inmersos en una vida digital que los obliga a buscar la aprobación de sus followers o seguidores en redes sociales, a partir de las atrocidades cometidas, lo que va nutriendo sus macabras fantasías llevadas a la realidad disfrazadas de un espíritu redentor.

El dramaturgo, productor y director de escena mexicano Édgar Vicente Álvarez Estrada, se ha distinguido por  la exploración de nuevas propuestas teatrales en las que aborda temas como el desencuentro en las relaciones humanas, fundamentalmente las de pareja, además de la crítica social y la denuncia de la irracionalidad de la guerra y la violencia.

Egresado de la escuela de escritores de Sogem, donde fue alumno de figuras de la talla de Ludwik Margules, Sergio Jiménez y José Caballero. Estudió también en los talleres de dramaturgia de Hugo Argüelles, Jesús González Dávila y Royal Court Theatre de Londres.

Entre sus obras destacan Lo que la tijera se llevó, dirigida por Miguel Ángel de Bernardi, El aplauso de las focas y Ellioko, flecha entre hermanos, así como adaptaciones de la ópera de Haendel, Teseo, y Tartufo de Molière.  Ha dirigido puestas en escena como Las Metamorfosis de Ovidio, donde compartió el crédito de dirección con José Caballero y Silvia Ortega, y  Ellioko, flecha entre hermanos, presentada en el Festival del Fuego Nuevo del Caribe en Santiago de Cuba.

Homicidas Gourmet ofrece temporada hasta el 18 de diciembre, los martes a las 20:30, en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico, ubicado en Avenida Revolución 1500, en la colonia Guadalupe Inn.