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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero de 2019.- Los esfuerzos por impulsar programas de fomento parecen en vano ante la era digital y de la tecnología. Según los propios artesanos, se calcula que del total de la venta de juguetes en la temporada navideña y de Reyes en México, menos del uno por ciento corresponden a los tradicionales mexicanos.
En México, desde hace por lo menos una década los juguetes tradicionales se encuentran en una etapa de crisis por la aparición de nuevos dispositivos electrónicos y videojuegos. El balero, el trompo, las matracas, los carritos de madera y las muñecas de trapo, entre otros, han sido desplazados.
De acuerdo al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) el trabajo con madera es una tradición ancestral que engloba instrumentos musicales, miniaturas, muebles, máscaras, esculturas, utensilios de casa y cocina, o piezas de almacenaje, elaborados con técnicas como el torneado, el tallado y el labrado.
El Fonart destaca que las maderas utilizadas en la manufactura de estos productos dependen de su disponibilidad en cada región. Las más abundantes son: pino, mezquite, ahuehuete, cedro blanco, parota, bocote, nogal y encino.
Sin embargo, para el caso de piezas más finas, los artesanos hacen uso de ricas y exóticas maderas como: la caoba, el lináloe, el huanacaxtle, el guayacán y el tzalam.
“Apoyar su producción, promover su adquisición y difundir su uso contribuye a la permanencia de los pueblos originarios, de las tradiciones y la cultura de México, así como a la generación de oportunidades para los artesanos que encuentran su sustento en esta actividad”, subraya la institución gubernamental que diseña y ejecuta políticas de desarrollo, promoción y comercialización de la actividad artesanal.
El reto que representan las nuevas tecnologías, aunado del ingreso de juguetes importados provocan que los artesanos mexicanos enfrenten una difícil situación porque los niños prefieren dispositivos electrónicos en lugar los tradicionales que se elaboran con madera, latón, cartón, palma y otros materiales.
A través de redes sociales se ha denunciado el ingreso al país de réplicas o piratería de muñecas similares a las que elaboran artesanas mazahuas y que son vendidas en centros comerciales hasta 350 pesos por pieza.
México cuenta con al menos ocho millones de artesanos, la mayoría de ellos indígenas con habilidades para elaborar y vender juguetes tradicionales en el país e incluso exportarlos, ello debido a la calidad de sus productos.
El Fondo Nacional señala que los juguetes mexicanos son una tradición artesanal importante del país, que por lo general se transmite de generación en generación. Aunque cada año la oferta de juguetes cambia y se aleja de las tradiciones, estos juguetes se siguen manteniendo.
Los juguetes de madera más representativos provienen de San Antonio la Isla y Santa María Rayón, Municipios del Estado de México donde elaboran caballitos mecedores, autos, guitarras, tambores, baleros, trompos y otros de madera torneada.
Las guitarras, baleros y yoyos provienen de Paracho y Quiroga en el estado de Michoacán, así como en Teocaltiche, Jalisco, quienes también elaboran juguetes de madera torneada. Las muñecas llamadas popularmente ‘Marías’ son principalmente elaboradas por artesanas en el municipio de Amealco, en Querétaro. En Juventino Rosas, Guanajuato los artesanos elaboran juguetería de cartón, y en Chiapas, los juguetes tradicionales son los muñecos de trapo, juguetes coletos, o de lata.