LA COSTUMBRE DEL PODER: Hasta con el perico

25 de octubre de 2012
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Gregorio Ortega

Como en las imágenes de la Familia Burrón, se van, pero se llevan hasta el perico, para rumiar en la holgura las razones de su derrota.

Los panistas -tanto los ortodoxos como los recién llegados-, en el pecado llevarán la penitencia.

Tanto predicaron que sacarían al PRI de Los Pinos, para regresar a los mexicanos la dignidad perdida, erradicar la corrupción, implantar la transparencia y llevar a México a los umbrales del siglo XXI en aura de democracia y olor a transición, que su impericia e impudicia ofenden.

Lo anterior no es un aserto gratuito ni producto del hastío fomentado por tanta propaganda y tanta mentira. Llegado el momento para el gobierno de hacer corte de caja, cerrar las cuentas y esforzarse por dar una imagen de integridad, hete aquí que los reporteros de las fuentes financieras se dan de bruces con la verdad, para informar a los lectores que “la Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2011, enviada a la Cámara de Diputados para su revisión y análisis, enuncia que cada una de las dependencias federales tienen obligación de informar al Congreso del manejo de esos recursos, pero las instituciones públicas -en su transparente rendición de cuentas- únicamente reportan las cifras globales de los recursos públicos que controlan, sin especificar su uso, destino y la generación de intereses.

“En el transcurso de 2011 las dependencias gubernamentales manejaron con poca claridad 367 mil 540 millones 400 mil pesos amparadas en las figuras de fideicomisos, mandatos y análogos, conocidos como <<actos jurídicos sin estructura>>, que se integran con recursos públicos.

“En 25 de los denominados <<actos jurídicos sin estructura>> se concentró 85.6 por ciento de los 367 mil 540 millones 400 mil pesos. De estos recursos, de los que se desconoce su manejo, 317 mil 447 millones 500 mil pesos se integraron a la bolsa correspondiente a los fideicomisos; los mandatos contienen 38 mil 22 millones 500 mil pesos, y los análogos 12 mil 70 millones 400 mil pesos.

“Del total de esos recursos administrados sin transparencia, el gobierno federal controló 97 por ciento: representan 357 mil millones; los gobiernos de los estados participaron en esos esquemas con 8 mil 407 millones, y el sector privado se benefició con la participación de recursos públicos por mil 230 millones de pesos”.

Sin embargo, en el gobierno federal se rasgaron las vestiduras, e incluso promovieron una reforma legal y constitucional sobre transparencia, en la idea de poner en cintura a los gobiernos de las entidades federativas, cuando las cifras oficiales dan cuenta de lo que en verdad ha estado ocurriendo con los recursos fiscales, con el producto del trabajo, con el dinero de Pemex, con lo que fueron las buenas intenciones del panismo, y hoy son una horrible pesadilla.

Sí, un mal sueño, porque sobre esta opacidad, sobre el saqueo metódico para llevarse hasta el perico, vienen ya los efectos de la depresión en Europa, y al PRI, a EPN, corresponderá mantener el orden, pero sobre todo, castigar la corrupción y llevar a la cárcel a los culpables.

Como en la Familia Burrón, cargaron con todo, para aliviar su derrota.

QMX/gom

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