Poder y dinero
Un poco de sabiduría
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Antes de entrar en materia nos hicieron una pregunta: En la cena en los pinos a la alemana Merkel, ¿además de brindar con cerveza, sirvieron chicharrón y carnitas. Con hartas tortillas?
Nos recuerdan que ya hubo un mandatario que a una cena de gala, en Londres, asistió con botas charras de charol y frac.
Todos tenemos un punto de vista personal sobre la vida. Ni modo.
Muchos no la elegimos, sólo seguimos nuestros sentimientos e instintos, y nos dejamos llevar por las circunstancias, que muchas veces nos someten
Otros decidimos elegirla, y seguir nuestra filosofía y nuestras metas.
El hombre de esta historia nos muestra que se necesita un poco de sabiduría para poder vivir completamente felices.
Esta persona, de 90 años, bajito, y muy bien presentado, se traslada a un hogar de gente muy mayor.
Su esposa de 80 años murió recientemente y él se vio obligado a dejar su hogar.
Después de esperar varias horas en el vestíbulo de la casa de retiro, el viejo sonríe suavemente mientras alguien le informa que su habitación está lista.
En tanto camina lentamente hacia el elevador, ayudado por su bastón, la persona que lo acompaña empieza a describirle su pequeña habitación. Incluye la hoja colgada en la ventana que sirve de cortina. «Me gusta mucho», dice con el entusiasmo de un niño de 8 años de edad que acaba de recibir un lindo regalo.
«Señor, pero si ni siquiera ha visto la habitación. Espere, en un momento estaremos allí»
«Eso no tiene nada que ver», responde. «La felicidad es algo que yo elijo por adelantado, sin importar si me gusta o no. El ambiente no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo…»
«Ya resolví en mi mente que me gusta la habitación. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me despierto».
«Yo puedo elegir pasar mi día en cama con todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan muy bien. “O puedo levantarme y dar las gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan en orden.
«Cada día es un regalo, y siempre que tenga la oportunidad de abrir mis ojos, me centraré en el nuevo y en todos los recuerdos felices que he construido durante ellos.
«La vejez es como una cuenta bancaria que retira en la vida posterior, lo que ha depositado en el camino”.
Por un momento, pensamos en las palabras del viejo hombre, y todo tenía sentido.
Nos hizo darnos cuenta de que en la vida tenemos que depositar toda la felicidad que podamos en nuestra cuenta bancaria de recuerdos. De esta manera, siempre tendremos un tesoro de cortesías.
Cómo nos gustaría darle las gracias por llenar mi cuenta bancaria con efemérides felices, que todavía no acabo de llenar.
Esto trae como consecuencia recordar que para vivir una vida feliz tienes que liberar tu corazón del odio, y tu mente de preocupaciones.
Vive simple, da más y espera menos.
Así nos lo contaron. Así se los platico. No tiene desperdicio.
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