Aprehenden a Marilyn, acusada de psiquiatra falsa
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de enero de 2024.- El alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador el indulto para Mario Aburto Martínez, asesino confeso de su padre, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
“Apelando a la compasión del Presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que ponga un carpetazo final a este asunto”, expresó Colosio Riojas, en una entrevista.
Agregó que el indulto permitiría «que tanto mi familia como México sanemos, que iniciemos una camino hacia la reconciliación a través del perdón, pero sobre todo, a través del respeto a dejar esto en manos de otra justicia porque la justicia mexicana quedó a deber en su momento y hoy lo que queremos es vuelta a la página”.
A días de que se cumplan 30 años del magnicidio, el hijo de Colosio Murrieta pide al presidente López Obrador poner carpetazo a este asunto.
La Fiscalía General de la República (FGR) reabrió en 2022 el caso del asesinato del excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido en marzo de 1994, en Lomas Taurinas, Tijuana, e integró un equipo especial para indagar los hechos y, en su caso, retomar los procesos penales contra las personas vinculadas en el mismo.
A 17 días antes de que fuera asesinado, el sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato del PRI a la Presidencia de la República, daba un memorable discurso en la explanada del Monumento a la Revolución, donde prácticamente se distanciaba de Carlos Salinas de Gortari, en ese momento, presidente de México.
“Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla”, dijo, entusiasmado, Luis Donaldo aquella mañana del 6 de marzo de 1994.
Y 17 días después, en el fraccionamiento Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California, fue asesinado por un presunto asesino solitario, Mario Aburto Martínez, quien le dio dos tiros, uno impactó en la cabeza, de acuerdo a la conclusión procesal de la Procuraduría General de la República, por el cual se le consignó el 5 de octubre de 2004.
El médico de cabecera de Colosio, Guillermo Castorena Arellano, afirmó que “la lesión era tan grave que aun en el mejor hospital del mundo, en el quirófano con el mejor cirujano del mundo, no había nada qué hacer”, pues fue un deceso instantáneo “(…) la lesión neurológica ya estaba hecha con el primer impacto de bala”.
Ese 1994 fue un año trágico para el país: surgió el movimiento zapatista, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y el cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo y el ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, fueron asesinados.
Información en desarrollo