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CIUDAD DE MÉXICO, 4 de enero de 2019.- Transcurridos cuatro días del nuevo año, el fin del llamado puente Guadalupe-Reyes, está por concluir, y es con un último bocadillo que los mexicanos se despiden de la temporada navideña: la rosca de Reyes.
Celebrado el 6 de enero, desde días previos, abarrotan las panaderías en busca de una rosca, ese tradicional pan que tiene su origen en Europa, pues hay quienes aseguran que formaba parte de una fiesta pagana romana que con el tiempo se cristianizó.
Decenas de panaderías ya venden piezas de diversos tamaños, desde la familiar hasta pequeñas roscas para una o dos personas.
Y al ser el viernes previo al 6 de enero, las oficinas aprovechan para partir la rosca este día; otros, se aguantan para el próximo lunes, día posterior a la tradición.
Se sabe que las primeras recetas llegaron a México con los españoles, donde con el tiempo cobró personalidad propia, sobre todo, con la introducción de figuras de plástico escondidas en el interior del pan.
A dicha figura se le conoce como niño o muñeco, y a quien encuentra uno en su pedazo de rosca, deberá ofrecer tamales el 2 de febrero, Día de la Candelaria.