Escenario político
Sólo contra ellas en la lucha por la ciudad, clama por debates abiertos.
Con mucho menos ventajas y estructura territorial, Mikel Arriola, el ex director del Seguro Social y amigo personal de José Antonio Meade, candidato del PRI al gobierno federal, contiende contra dos duras y colmilludas contrincantes.
Las apuestas, encuestas y demás sondeos no le son nada favorables y lo colocan en un tercer lugar. Es más, muchos observadores lo consideran sacrificable. El también candidato autollamado ciudadano y abanderado por el priísmo capitalino, casi inexistente, apela por un amplio debate entre las suspirantes y él.
No dudo que con sus pocas armas, Arriola dará la pelea, pero sin jugar Jai Alai con sus cuates y convertir esto en acto de precampaña, mucho menos bailar al lado de la innombrable Carme Salinas. Me gusta su idea de debatir con sus oponentes, le dará escenario y nombre para aspirar a una secretaria de estado, la de Salud, por ejemplo, en caso de ganar su cuate Meade.
Su estrategia es del todo entendible y razonable. No tiene músculo ni plataforma para recorrer la ciudad de norte a sur y de oriente al poniente en busca del voto chilango. Hay delegaciones que le serán francamente hostiles como Coyoacán e Iztapalapa en manos de los amarillos perredistas, quienes se han mostrado fieros, agresivos y violentos ante quienes pisan sus suelos en busca de apoyo o clientela política.
No olvidar los sillazos en Coyoacán perpetrados por gente afín a quienes administran o se han servido de dicha demarcación, tampoco la búsqueda de la firma por un pacto de civilidad que no violente más el ya de por sí enrarecido clima político, propuesto por Miguel Ángel Mancera, a quien no conviene se le incendie la capital.
Tlalpan y Tláhuac tampoco lo recibirán con las manos abiertas. Ambas demarcaciones en manos de los morenos también le serán difíciles de recorrer y, más aún, de convencer a sus habitantes de votar por él. Así que tendrá que centrar sus pasos en delegaciones más clase medieras y menos virulentas para un priísmo que ha estado ausente por más de 20 años.
De ahí que su propuesta de debatir contra Claudia Sheinbaum, de Morena y Alejandra Barrales, del PRD luce como su mejor alternativa. Seguro lo hará mejor que la Barrales y hasta podría llevar a un segundo puesto al PRI por encima de la coalición PAN-PRD.
A estas alturas el diagnóstico del mar de problemas que ahoga a la capital y sus habitantes está más que hecho. Las y el suspirante tienen más que claro que nos duele a los chilangos. El punto es ¿cómo? se resolverán los mismos.
No me parece descabellada su propuesta, pues además de enfocarnos en la solución de la grave problemática, nos ahorraríamos tiempo, esfuerzo y, sobre todo, mucho dinero en innecesarias campañas. Debemos dejar a tras éste viejo modelo que ya no emocionan ni le dicen nada a los posibles electores. Debemos de dejar de desperdiciar tantos recursos económicos y destinarlos a la reconstrucción y la ayuda a los damnificados.
Habría cancha pareja y la posibilidad de escuchar sus propuestas de solución a la larga lista de calamidades que agobian a la ciudad de siempre, y la nueva problemática que emergió desde los escombros el pasado sismo del 19 de septiembre: la corrupción imperante entre inmobiliarias y autoridades capitalinas y delegacionales. ¿Cómo frenarán a éste enorme pulpo los contendientes? Me encantaría escuchar sus propuestas sobre un sano y ordenado crecimiento de la ciudad.
Los temas son varios y distintos, asoma con grave preocupación el de la inseguridad y la violencia. La ciudad de México y sus autoridades presumen tener el mejor cuerpo policiaco de todo el país, cerca de 80 mil elementos al mando de Hiram Almeida. Empero, los robos, asaltos, asesinatos van al alza y la sensación de ser violentados en nuestra persona y patrimonio aumenta día a día, en los cajeros automáticos, los bancos y en el andar por diversos puntos, donde los maleantes actúan con total impunidad, ya no sólo despojando a sus víctimas de sus pertenencias, sino hasta de la vida misma.
Los malandros son algunos capturados pero enseguida liberados para seguir delinquiendo, otros, los más, operan de siempre sin ser molestados. El catálogo de delitos es amplio y atemoriza a los ciudadanos. Parece no haber solución. ¿Qué proponen las pretendientes?
A lo anterior se deben sumar más y complejos problemas de movilidad, contaminación, servicios, transporte público, vivienda y reconstrucción, ayuda a damnificados, agua y su dotación, crecimiento caótico de inmuebles, ambulantaje, entre otros conflictos por resolver y que hacen un todo monstruoso.
Hoy, por ejemplo, las autoridades capitalinas advierten que a partir de la segunda quincena de febrero ocurrirán contingencias ambientales por ozono y se prevé que esta temporada sea más severa que la del año pasado. Martín Gutiérrez Lacayo, titular de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, llama a la población del Valle de México a estar alerta porque podría haber de 10 a 15 escenarios con más de 150 puntos Imeca, más que en 2017 cuando hubo 11 ocasiones en que se superó este nivel de ozono.
El funcionario en conferencia de prensa advierte que se espera una temporada anticipada en febrero, los primeros ozonazos, los primeros incrementos, los prevemos en la segunda semana de febrero, en la semana del 15. Será “una temporada más corta, pero con riesgos de tener muchos días de mala calidad en ozono”. Lo anterior revela que se tiene bien monitoreada la calidad del aire que respiramos y sus posibles efectos en la salud. El punto es reducir los contaminantes y hacer más respirable el ambiente. Los ¿cómos? deberán definirlos los (as) aspirantes a gobernar a la ciudad y mejorar su amplia y grave problemática.
En verdad no queremos más sillazos, virulencia y encono. Queremos propuestas de soluciones viables y realizables. Los chilangos somos mayores de edad y sabremos distinguir y contrastar para tomar la mejor elección. Ideas, pues.