Imperativo, estudio y reflexión sobre IA en la justicia: Guerra Álvarez
¡Callen enemigos de la Patria!
San Lázaro ¿sabrá Andrés Manuel que descalificar a los medios como Presidente es un ataque de la autoridad a la Libertad de Expresión y de Prensa, y a quienes tratamos de ejercerlas? Además de provocar linchamientos cibernéticos. Es cuánto.
Ataca el hampa del periodismo, por lo menos en cuatro países.
«¡La prensa es tan deshonesta que ya no tenemos Libertad de Prensa!»
Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
“Los medios con sus mentiras casi provocan caos social al país”.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
“La oposición manipula la información de los Derechos Humanos en nuestro país”.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
“Es el hampa del periodismo y la máxima de que la calumnia cuando no mancha, tizna”.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
Cualquier parecido puede ser mera coincidencia… Pero nadie puede negar el parecido.
Todos ellos calificados como populistas, los cuatro intolerantes a las críticas y la oposición; se autocalifican como víctimas de sus adversarios, que simplemente se niegan a aceptarlos “ciegamente”, como los “salvadores” de sus patrias.
Los cuatro son expertos en sus historias nacionales, son voceros de sus pueblos indiscutibles y únicos; saben, sin preguntar ni aceptar consejos, que necesitan esos pueblos. Sin ellos los cuatro países se hunden.
Incluso, a por lo menos dos de ellos, les hablan al oído los próceres históricos para tomar decisiones, por lo que Simón Bolívar o Hugo Chávez, en Venezuela, y Benito Juárez o Francisco I. Madero, en México, prácticamente reencarnaron.
En las cuatro naciones esos mandatarios tienen en contra a los medios de comunicación -aunque para Venezuela la mayoría desde el exilio- y son sus “blancos” favoritos.
No es necesario siquiera mencionarlos por su nombre basta con criticar sus “proyectos” en las columnas “calumniadoras”, los “reportajes falsos”, en suma en los “platos de guisado con mentiras”, como calificó el trabajo periodístico López Obrador.
En la mayoría de los casos no leen, ven o escuchan las publicaciones en medios que los critican, o al menos no aceptan hacerlo.
Si el Presidente de México aceptó en público, a nivel nacional, en la mañanera que no había leído el proyecto del ministro del a Corte que va en contra de su Consulta Popular contra ex presidentes para combatir la corrupción, que es un de las banderas de su gobierno, ¿qué pueden esperar los columnistas, reporteros y conductores?
López Obrador tiene la ventaja de tener un vocero tan eficiente que no sólo ubica en el patio del Palacio Nacional a “periodistas” defensores de la 4T, también lo tiene al tanto con cifras y hasta gráficos de su suerte en los medios. No le hace falta al Presidente leer, ver o escuchar, con tan envidiable asesoría.
Sin embargo hondo le calaron al Jefe del Ejecutivo mexicano las declaraciones del presidente y fundador del diario El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, quien al recibir en premio en la World Future Society (WFS) Capítulo Mexicano, acusó:
“Los niveles de intolerancia – en México- han hecho creer que es un delito decir la verdad y han creado un clima que ha vuelto la labor del periodista una de las profesiones más peligrosas”.
Y advirtió que en su grupo editorial el compromiso es ““pelear por un futuro de libertades para el país, donde todos tengamos derecho a decir lo que creemos sin ser perseguidos o atacados por ello”.
Cómo, nunca ha habido tanta libertad para la prensa como en este sexenio, respondió muy enojado el Presidente, y antes que nada, “antes de pasar a las preguntas” en la mañanera, hay que acusar:
“… se revisaron 148 textos de estos, 95 sobre 4T, o sea, la mayoría, somos clientes predilectos, preferidos. Positivas, 11; neutrales, 21; negativas, 63…
“¿Por qué puedo mencionar de cómo están los periódicos de sesgados, la falta de equilibrio, de objetividad, cómo están –se diría coloquialmente– ladeados?, ¿por qué lo puedo mencionar? Porque le tengo confianza al pueblo (sic)…”.
Para Andrés Manuel no es necesario tomar las instalaciones, prohibir la publicación, prohibir la venta de papel, cancelar concesiones, asesinar periodistas, para eso tiene a sus amlovers… a la Función Pública y a la Unidad de Inteligencia Financiera.
El respeta, dice, y qué hace todos los días: denostar, descalificar, atacar y provocar odio contra los medios. Todos los días.
Olvida las multas e inhabilitación para recibir publicidad del gobierno federal y los estatales impuestos por la Secretaría de la Función Pública a las revistas y empresas editoras Letras Libres, Nexos y Clío.
Su gobierno cuestionó a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, su arma favorita, el origen de fondos de refinanciamiento para El Financiero, un “diputado federal” del Cartel de Sinaloa amenazó al diario Reforma con bombas de no para los “ataques” contra el Presidente, no hay avance alguno en la investigación.
Se dice el Presidente más atacado en los últimos 67 años, “desde Madero” –a quien por cierto, según López Obrador, empezaron a atacar 42 años después de muerto, pues lo asesinaron hace 109 años–.
Frente a una máquina de escribir, pantalla de computadora, cámara de televisión, o micrófono de radio se puede decir “nunca había sido tan constante e implacablemente atacado, amenazado, insultado desde la máxima tribuna del país, la Presidencia.
Tribuna desde donde se destila en mi contra tanto rencor a las calles y las redes sociales, por las mentiras, difamaciones y expresiones de odio de un presidente, así, con minúsculas, que apuesta por la polarización y división del país antes que leer, escuchar o ver las críticas, que no ataques, a su gobierno y proyecto hasta ahora fallido.
No hace caso ni a su propia gente para aceptar errores y cambiar el rumbo por el bien de México.
San Lázaro ¿lo tomó personal? Sí, no voy a cambiar de principios para caerle bien al presidente y estar en la columna de “a favor”.