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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de mayo de 2019.- Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy Berlin, asesinada hace dos años dentro de Ciudad Universitaria, es una de las cientos de mujeres, en su mayoría estudiantes, que encabezan la marcha que llegó rectoría de la UNAM exigiendo justicia, ahora también por Aiddé Mendoza, estudiante del CCH oriente muerta el lunes pasado dentro del salón de clases.
Entrevistada al inicio de la marcha, Osorio Martínez aseguró que las autoridades universitarias deben tomar la responsabilidad que les corresponde y en medida de sus competencias, por la muertes de sus estudiantes y por la falta de seguridad para las que estudian en sus instalaciones.
«Considero que hay una responsabilidad que se tiene que asumir, que tenemos que ser transparentes, cada quien en el grado de sus competencias, porque si estamos hablando de autoridades universitarias y de la Ciudad de México que ostentan un cargo y de ese tamaño es la responsabilidad, y tocará a ellos responder», sostuvo.
Sin calificar abierta y directamente la actuación del actual rector de la UNAM, Enrique Graue, hizo un llamado general a la reflexión para que trabajen de forma coordinada con las autoridades capitalinas y federales, y así puedan garantizar una vida libre de violencia a las mujeres y estudiantes del país.
«Lo que exigimos es que se actúe de manera oportuna, sensible, que se contribuya para que se lleven a cabo las diligencias necesarias en el esclarecimiento de los hechos, pero sobre todo en a tomar en serio a la comunidad universitaria.
No podemos seguir queriendo ocultar la realidad, no solo de la UNAM, sino nacional, entonces llamo a que se haga una reflexión por parte de todos y cada uno de los seguidores públicos, en el caso de la UNAM al análisis, a la sensibilidad que tienen que tener para poder garantizarnos que van a resolver este problema de violencia y otros que venimos arrastrando», aseveró.
El contingente avanzó de forma pacífica, sin agresiones ni pintas, por avenida de los Insurgentes en su carril de norte a sur hasta llegar a rectoría, donde se han apostado lanzando consignas.