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CIUDAD DE MÉXICO., 18 de mayo de 2019.- El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González aseveró que la política de “flexible y de brazos abiertos” del Gobierno Federal en el trato a los migrantes centroamericanos rebasó la capacidad e infraestructura instalada en el país.
En entrevista, tras participar en un foro en el Senado sobre patrimonio cultural, el ombudsman consideró que aunque es loable que las estaciones migratorias se transformen en albergues, no se cuenta con los recursos humanos y materiales para enfrentar la sobrepoblación que acarrea el flujo migratorio masivo.
Refirió que la muerte de una niña de Guatemala, ocurrida esta semana en la estación migratoria de Iztapalapa, se debió a que la menor de 10 años cayó de una litera en un inmueble que se encuentra saturado.
“Estamos revisando qué tipo de asistencia médica recibió, si fue oportuna, y si estaba en las condiciones adecuadas”, señaló luego de que diera conocer que la causa de muerte fue un traumatismo craneoencefálico originado por la caída.
González insistió que la política de trato humanitario a los migrantes debe ser corresponsable con los recursos que permitan la atención a los migrantes.
Informó que la CNDH se encuentra revisando las condiciones en las que se realizan los operativos del Instituto Nacional de Migración y los trámites en las solicitudes de refugio, e inspeccionar que se ponderen condiciones de certeza en el trato.
A manera de ejemplo de la falta de infraestructura, el presidente de la CNDH se refirió a las fugas masivas registradas en las últimas semanas en las estaciones migratorias a donde son confinados hombres y mujeres en el sur y sureste.
“También hay que decirlo, no se puede exigir un derecho o un trato humanitario usando la violencia; con esto queremos decir que quienes ingresan a territorio nacional deben tener el comportamiento de orden”, sostuvo el titular del órgano.