T-MEC, única forma de enfrentar competencia con china: Sheinbaum
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2016.- La diputada de Morena e integrante de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados Araceli Damián González aseguró que el bajo aumento al salario mínimo, de siete pesos, es una señal de preocupación para los empresarios por el bajo nivel de pago, ya que el anuncio se da luego que la Coparmex se manifestó a favor de un aumento mayor.
En entrevista telefónica, Araceli Damián aseguró que los legisladores deben de seguir impulsando la idea de que el salario mínimo tiene que recuperarse de la mejor manera y establecer los mecanismos desde el Legislativo para que esto se dé, y refirió que la discusión continuará.
“Sigue la discusión, esto no es el mínimo que se va a buscar desde la Cámara de Diputados, porque el salario mínimo debería de estar entre 270 y hasta 300 pesos, dependiendo cuál es el criterio que se tome”, aseveró la legisladora morenista.
La legisladora, que forma parte del grupo de trabajo técnico encargado de analizar las iniciativas de reforma en materia de incremento al mínimo, indicó que aunque el monto aprobado es mayor al de años anteriores, no alcanzará “ni para comprar un kilo de tortillas”, y subrayó que esa instancia legislativa no avanzó como debería en el cumplimiento de sus labores con el propósito de no incidir en la decisión que este 1 de diciembre tomó la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
“No alcanza para nada, ni para un kilo de tortillas, para medio kilo de tortillas nada más es lo que están dando a los trabajadores. Efectivamente los trabajos se retrasaron para que nosotros desde el Legislativo no pudiéramos dar nuestra opinión. Para nosotros no representa a lo que se comprometió el Congreso de la Unión, a revisar el nivel que debe tener el salario mínimo. Este aumento no lo representa”, manifestó.
Y coincidió en que el monto del mínimo aprobado para el año entrante es una muestra de que la autoridad está tomando cierta conciencia respecto a que las condiciones económicas del país obligan a fortalecer el poder adquisitivo de los mexicanos.