Reforma al Infonavit busca cambiar estructura que impide auditorías
Y es que a las diez de la noche con 25 minutos, como observó el magistrado presidente del máximo tribunal electoral del país, José Alejandro Luna Ramos, se levantaba la sesión que había consumido más de cinco horas de los siete magistrados electorales con el corolario de la votación unánime que declaró infundada la demanda de invalidación de la elección presidencial del pasado 1 de julio, incoada por el brazo jurídico de la coalición Movimiento Progresista.
Con ello, el candidato de la alianza Compromiso por México, integrada por el los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México, Enrique Peña Nieto, se instaló en la antesala de ser declarado Presidente electo y recibir la constancia de mayoría, como triunfador de la elección del primer domingo de julio.
Resta una sesión prácticamente de protocolo, en la que los magistrados declararán la validez de dichos comicios en los que se eligió al sucesor de Felipe Calderón, en una contienda en la que el abanderado de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, fue por la revancha de un proceso discutido y complicado, el de 2006, en el que perdió por la mínima diferencia de 0.56 por ciento de los sufragios.
Pero en la noche de este jueves 30 de agosto de 2012, el escenario fue un tanto diferente de aquel de la noche del 28 de agosto de 2006 cuando igual los magistrados electorales declararon infundada e improcedente la demanda de anular la elección presidencial.
Y, uno a uno, los nueve agravios que integraron el Juicio de Inconformidad, conocido como Juicio Madre bajo el número JIP-359/2012, fueron despellejados por los magistrados y no pasaron la aduana. Sus fundamentos fueron considerados débiles, infundados, mal planteados, sin fundamento jurídico real, de sustento.
Invocar que la elección presidencial del domingo 1 de julio último fue constitucionalmente ilegal, inequitativa, ayuna de sufragio libre y salpicada de excesos en gasto, amén de rodeada de la sospecha de influencia financiera externa, fue el argumento del grupo jurídico encabezado por Ricardo Monreal Ávila, que en el proyecto de resolución puesto a consideración del pleno de la Sala Superior del TEPJF, analizaron los magistrados responsables de elaborarlo: Salvador Olimpo Nava Gomar, Constancio Carrasco Daza y Flavio Galván Rivera.
Convocada para las cinco de la tarde, la sesión de los magistrados integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se extendió hasta las diez de la noche con 25 minutos, lapso en el que los siete magistrados intervinieron para posicionar y fundamentar su voto respecto del proyecto de resolución elaborado por los tres magistrados responsables de la cuenta. Y ninguno encontró un solo argumento, un fundamento específico de sustento a las acusaciones contenidas en los nueve agravios.
Las elecciones fueron libres y auténticas, fue el sustento de los magistrados que evitaron referencia alguna a las presiones a las que estuvieron sometidos desde el momento en que el Instituto Federal Electoral les turnó el expediente,
El caso es que, como en 2006, la argumentación contenida en el llamado Juicio Madre, se analizó detenidamente. En su intervención cada integrante del órgano jurisdiccional sustentó su voto. Y, al final, mientras en la calle las mentadas de madre y descalificaciones, anunciación de lo que este viernes vendrá, una vez que Andrés Manuel ofrezca conferencia de prensa, los magistrados cerraron la sesión.
La noche corrió en la zona de los culhuacanes, al sur del Distrito Federal, y las apuestas en los corrillos políticos de lo que se avecina. ¿El caos?
QMex/msl