TEJEDORA DE HISTORIAS: Libros del Rincón, una convocatoria a leer, leer, leer y leer…

14 de junio de 2013
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10:07
Laura Athié

Por eso, en la Dirección General de Materiales e Informática Educativa, trabajamos aterrizando ese enfoque en materiales y contenidos digitales con una encomienda clara, cerca de Conaliteg y de ustedes: que los libros y materiales lleguen a tiempo, con toda la calidad en cada aula, antes de que inice el ciclo escolar. Nuestra herramienta son las palabras y las imágenes para que los niños aprendan. Transformamos el curriculum en libros y contenidos digitales e imaginamos, todo el tiempo, lo que sucederá cuando los materiales lleguen a las escuelas. Pero también recibimos muchas palabras por escrito, a través de cartas y correos, de padres, maestros y estudiantes que desde las escuelas de todo el país, piensan en los libros. Muchas de ellas comienzan con: “Apreciables señores de la Secretaría” o “Señores que hacen los libros” e incluso han iniciado con: “Estimados Escritores” y todas, siempre, nos solicitan respuesta.

Por eso hoy, con motivo de la convocatoria que nos reúne, quiero compartirles la carta de la Señora Karol Morales Díaz, una madre de familia que desde Querétaro nos dice: “A mi hijo le gusta mucho el libro de lecturas. Es más, le gustan todos los libros (…) por eso les decimos gracias, porque han estado haciendo un magnífico regalo a los niños y jóvenes de nuestro país al obsequiarles libros ajenos a la temática de la escuela, como el Libro Salvaje, por ejemplo, y me gustaría que si está en sus manos, también pudieran mandar libros de poesía porque no en todos los hogares los tenemos y así como yo, los libros de nuestros hijos son los únicos que tienen las familias.”

Se puede hablar de lectura y escritura desde muchos frentes: desde la perspectiva del especialista, del investigador, desde el punto de vista del maestro o desde la autoridad. Podríamos hacerlo desde la mirada de ustedes: los editores, los autores, los promotores de lectura, pero hoy, justamente esta mañana, les proponemos centrarnos en alguien y observarlo cuidadosamente: el estudiante de nuestras escuelas públicas mexicanas, dentro y fuera de ellas, en las aulas, en sus hogares, y muy particularmente en aquellos que viven en situacion de desigualdad, porque eso es lo que estamos haciendo desde la Subsecretaría de Educación Básica. Porque es ahí donde nosotros, “los señores que hacemos los libros”, estamos centrando la mirada.

Les proponemos pensar en su contexto, imaginarlo, a él o a ella, a todos. Cuandon van rumbo a la escuela, cuando conversan. Cuando toman el lápiz y escriben, cuando leen y reciben los Libros de texto. Cuando no encuentran la forma de expresarse y entonces se guardan aquello que querían preguntar y callan.

Pensemos en ellos, en los millones de niños y niñas mexicanos que acuden a la escuela pública, con todas sus diferencias y con las inquietudes propias de quien a esa edad, comienza a construir su futuro.

Pensemos en las diversas lenguas que se hablan en México y en los niños indígenas que estudian en esas comunidades. En aquellos estudiantes en las urbes que necesitan encontrar sentido a su escuela o en los que han tenido que cambiar su lugar de residencia para comenzar de nuevo, en otro estado, en otra comunidad escolar.

Esa es la invitación que les hacemos hoy: volver a mirar, verlos a ellos cuidadosamente: a los niños, niñas y adolescentes mexicanos que estudian el preescolar, la primaria y la secundaria y darles ahora la palabra, un derecho que les pertenece, les proponemos pensar en el libro como una herramienta de equidad.

Y no se trata de pensar en el número de títulos que reciben, sino en su utilidad en favor del aprendizaje. Se trata de que estas bibliotecas instaladas incidan en la vida de los niños y de que los libros nuevos tengan cada vez más relación con sus necesidades e intereses, se trata de movilizarlos, de hacer que funcionen para que los alumnos se apropien de la palabra escrita, para que lean, escriban y sigan aprendiendo siempre.

Hablar de lectura y escritura en la escuela implica conocer la vida en las aulas mexicanas y saber que cada estudiante, independientemente de su edad, es un ciudadano que tiene derecho a la educación, al acceso a la información, a la palabra. Por eso, esta Convocatoria de los Libros del Rincón y el programa inician reconociendo:

Que todo niño, niña y adolescente, dentro y fuera de la escuela, tiene derecho a la educación de calidad con equidad, así como al acceso al conocimiento.

Que los libros y materiales, dentro y fuera de la escuela, son un componente en favor de la equidad frente al acceso a la información y un detonador claro de la calidad para el aprendizaje en el aula.

Que el desarrollo de prácticas de cultura escrita en la escuela a través de los Libros del Rincón, libros de texto y materiales educativos, dan sentido a la vida del alumno en la escuela y pueden contribuir a la disminución del rezago y abandono escolar.

Por eso hablamos de una nueva mirada y agregamos al Programa Nacional de Lectura un  componente más: “la escritura”, entendiendo esta dualidad como un proceso indisoluble en favor del aprendizaje.

Es así que hoy iniciamos el diálogo con ustedes: quienes a través de su experiencia y esfuerzo editorial, proponen algunos de los Libros del Rincón que llegarán a las escuelas y que arribarán ahora uniéndose a un esfuerzo de todos los sectores de la educación para que la lectura se una a la escritura y las voces de los estudiantes se escriban y se escuchen.

Por ello proponemos verlos cuidadosamente, y hacer un énfasis mayor por atender a los estudiantes que enfrentan condiciones de inequidad en muchos sentidos: cuando muchos de ellos no han conocido una librería, cuando en sus zonas escolares no existen bibliotecas públicas, cuando en sus hogares los únicos libros son precisamente los de texto, cuando no entienden lo que leen o no pueden leerlo porque requieren de materiales especiales, cuando no logran comunicar todo lo que piensan, lo que sueñan y lo que desean ser.

¿Qué hacer entonces con ellos, para ellos?… Estamos hablando de niños que estudian en escuelas migrantes, unitarias, multigrado, que viven condiciones de desigualdad social, de inseguridad, entornos difíciles de violencia o tránsito migratorio. Que se encuentran en situación de rezago, que están a punto de dejar la escuela. Necesitamos acercarnos a esas escuelas, a esos estudiantes y revisar aciertos, desafíos en la producción y llegada de nuestros materiales. Por eso en esta edición, la Convocatoria para la Selección de los Libros del Rincón se lanza como parte de un proceso que plantea tres grandes retos: trabajar articuladamente con todo el sistema educativo, fortalecer estrategias que integren los libros de texto, los Libros del Rincón y otros materiales en el aula especialmente diseñados para que los niños, niñas y adolescentes desarrollen prácticas de lectura y diálogo y, sistematizar y obtener evidencias sobre la incidencia del uso de los libros en el aprendizaje de los estudiantes.

Por eso les convocamos para contar con libros que ayuden a maestros y alumnos a reflexionar, a discutir, que les permitan argumentar en la escuela y fuera de ella, porque queremos favorecer estrategias que permitan a los estudiantes tener múltiples lecturas, para que continúen su aprendizaje a lo largo de la vida, para que conozcan sus derechos y ejerzan su ciudadanía responsablemente, para que dialoguen y encuentren soluciones comunes, para que usen todos los lenguajes y sean capaces de crear nuevos sentidos, para que puedan caminar tanto en el mundo análogico como en el digital, entrando plenamente en lo que la cultura escrita es hoy.

Por eso les invitamos a centrar su mirada en los estudiantes y nos preguntamos, frente a la  gran inversión en materiales educativos y particularmente, en libros de texto y acervos para bibliotecas escolares y de aula durante décadas, ¿por qué nuestros alumnos no tienen los resultados de aprendizaje esperados para vivir y desenvolverse en el mundo actual?… Por eso justamente queremos empezar por lo primordial, por lo básico: la lectura y la escritura desde la escuela, una de las dos prioridades de esta Subsecretaría, entendiendo el papel que todos los materiales, como un gran conjunto, juegan en esta tarea.

Hoy proponemos un trabajo de comunicación constante entre los actores educativos y sociales involucrados en el fomento de la cultura escrita en la escuela y fuera de ella; entre ustedes y nosotros, entre las Autoridades Educativas, los maestros y los supervisores, replanteando la mirada sobre los materiales que la Secretaría de Educación Pública diseña, selecciona, evalúa, produce y hace llegar a la escuela pública básica. Observando su uso, logrando evidencias sobre su incidencia en el aprendizaje. Hoy trabajaremos para que los maestros conozcan e incorporen en su práctica diaria un paquete de materiales que apoyen su tarea. Hoy estaremos cerca de todas las escuelas a través de los materiales y los libros y de las estrategias que les acompañen, pero muy atentos a lo que sucede en aquellas ubicadas en los municipios con el menor Índice de Desarrollo Humano y con mayor rezago. Y porque cultura escrita en la escuela y en la casa incide en la mejora educativa de los estudiantes, es aquí donde tendemos un puente: a las Salas de Lectura, a las Bibliotecas Públicas, a Alas y Raíces a los Niños y a los que quieran sumarse a la tarea.

Hace tiempo, Don Pablo Latapí Sarré, impulsor de la educación pública, escritor e investigador infatiglable, dijo durante un homenaje: “Estoy convencido de que hay que seguir trabajando por lo que queremos, en lo que nos corresponde a todos, creo que para eso es la vida, para construir esperanza, abrir horizontes, tender puentes hacia un futuro mejor, invocando nuestras utopías y trabajando tenazmente por realizarlas hasta el último día de nuestra vida[1]”.

La educación en general y en particular el acceso de todos a la lectura y la escritura son también asuntos de quienes creemos que es posible construir esperanza. Así lo han demostrado quienes estuvieron aquí, antes de nosotros y dieron forma a los Libros del Rincón y al Programa Nacional de Lectura que hoy cambia y se renueva.

Así nos lo dicen todas las cartas que llegan y que regularmente terminan con una frase común y necesaria: “Me despido y espero que me escriban”, “Me gustará que me respondieran esta carta por escrito”, o como nos dice Marco Antonio Gatica Guillén, estudiante de tercer grado de primaria: “Hola, soy de Morelos, me gustan los libros, envíen respuesta por favor porque mi sueño es ser vulcanólogo. Les pongo mi foto para que me conozcan mejor y no me olviden”.

Por ello les convocamos y compartimos esta mañana juntos, porque estamos abriendo horizontes, trabajando en lo que nos corresponde y pensando siempre en todos los niños y niñas que como él, están en nuestras escuelas, por eso tendemos puentes, para que aprendan siempre, en cualquier entorno y logren apropiarse de la cultura escrita.

Por eso, cuando podemos leer lo que Marco o lo que muchos otros estudiantes nos proponen por escrito, desde su visión, a puño y letra en una carta o por correo electrónico, sabemos que su camino hacia el aprendizaje es la palabra.

QMX/la


[1] Pablo Latapí Sarré, homenaje en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, 18 de junio del 2009. Revista de la BIBLIOTECA IBEROAMERICANA OCTAVIO PAZ, de la UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA AÑO VII / NÚM 16 / FEBRERO-ABRIL-2010. / servicios.cencar.udg.mx/iberoamericana

 

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