Itinerario político/Ricardo Alemán
Es una historia de decenios.
De los tiempos de ambiciones y sueños lejanos.
Juntos se cubrían las espaldas y juntos trabajaban y se fijaban comisiones de trabajo de acuerdo a metas inmediatas.
El objetivo final era la Presidencia de la República.
Hablaban de ella en torno a una mesa de dominó.
Eran cinco constantes y algunos invitados.
Andrés Manuel López Obrador como cabeza de todos, el sonorense Alejandro Esquer, Pedro Centeno, Ernesto Prieto y Arturo Herrera.
Entonces jugaban y hoy todos tienen cargo.
El más afortunado es sin duda Arturo Herrera, sucedáneo de Carlos Urzúa y quien llega a apagar las peores críticas internas contra la política económica de su amigo y jefe López Obrador.
Con una ventaja y una desventaja.
La ventaja es tener línea directa –Herrera por encima Urzúa– con quien toma prácticamente todas las decisiones gubernativas y tutearlo y llegar a su oficina sin tocar la antesala ni nada.
Inclusive volverse a juntar a jugar dominó, práctica no olvidada aunque sí ralentizada.
Y la desventaja es no poder contradecir a quien no acepta contradicciones.
En fin, allá López Obrador y Herrera.
Cambio de escudo
Va un adelanto de mediano plazo:
Ya comenzó a trabajarse un proyecto para modificar el escudo nacional y presentar un águila juarista.
El primer ensayo es la Guardia Nacional (GN), cuya imagen genera resistencias de muchos funcionarios y de miembros de la Policía Federal (PF), pero sobre todo de militares y marinos.
Este escudo, usado también por Andrés Manuel López Obrador en su Presidencia Legítima de 2006, fue adoptado durante la Guerra de Reforma de Benito Juárez.
Tendrá algunos cambios, pero será fácil de identificar cuando se escoja –como hay la intención– la nueva imagen en lugar del águila de perfil por una de frente con las alas abiertas y con la serpiente en el pico.
Y una vez tomada la determinación, deberá discutirse en el Congreso de la Unión el cambio y por supuesto modificar la Constitución General de la República y leyes secundarias.
Aquí sólo se da el avance: ya camina tal pretensión.
Abogado de ex presidentes
1.- No es una captura cualquiera.
¿Se acuerda usted de aquellos capítulos de Los Intocables cuando Elliot Ness persiguió a Al Capone y logró llevarlo a la cárcel?
Se fue sobre quien manejaba los archivos del capo, el contador.
La detención del abogado Juan Collado tiene el objetivo superior de conocer las estructuras superiores.
La mafia del poder, como la llama ya saben quién.
Y ahí están al menos dos ex presidentes priístas, Carlos Salinas y Enrique Peña, y buen parte de la llamada clase política mexicana.
Magnífico capítulo de la nueva historia transformadora.
2.- Arturo Herrera tiene dos escasos meses para encarrilar la política económica por donde quiere su compañero de dominó.
El 9 de septiembre deberá presentar el presupuesto para el 2020 y privilegiar en él los apoyos sociales –electorales, les llaman algunos- y los proyectos personales de ya saben quién.
Tarea de prueba.
Y 3.- vale la pena escuchar al líder panista en el Congreso capitalino, Mauricio Tabe: hay que cerrar vacíos legales.
Un llamado cuando desde el Gobierno de la Ciudad de México se habla de iniciativas con ese fin.