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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo (Quadratín México).- La comisionada presidenta del IFAI, Jacqueline Peschard, afirmó que el acceso a la información pública constituye un elemento crucial para que los ciudadanos puedan decidir el sentido de su voto en los comicios presidenciales del 1o de julio.
Entrevistada en la Casa Lamm antes de la presentación del estudio, El acceso a la información en la sociedad de consumo: de la comida chatarra a los productos milagro, de Alejandro Calvillo Unna, comentó que es un derecho de los ciudadanos informarse de las propuestas de los candidatos.
La titular del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) reconoció que las plataformas electorales en la materia de transparencia y derecho a la información pública de algunos aspirantes a la Presidencia de la República dejan mucho qué desear.
Los ciudadanos tienen el derecho a saber qué proponen los candidatos en todos los temas y por ello es importante que publiciten sus plataformas y las hagan accesibles a los electores, para que ellos puedan orientar sus votos.
Respecto al estudio presentado este lunes, explicó que se trata del número 19 de los Cuadernos de Transparencia editados por el IFAI, con la intención de ofrecer al público un panorama amplio sobre la calidad de los productos de consumo.
Alejandro Calvillo, autor del estudio y fundador de la organización civil El Poder del Consumidor, explicó que aún falta mucho camino por andar en materia de respeto a la información en cuanto a los productos “chatarra”.
Explicó que hay una correlación directa entre el tiempo de publicidad en televisión de esta clase de productos y la obesidad, además de que las regulaciones impuestas no se siguen como debería ser.
Por ejemplo, detalló que desde que se reguló la publicidad de productos chatarra en televisión, ésta ha crecido en Internet prácticamente sin ningún control.
Reconoció que algunas grandes empresas mantienen información engañosa pese a las normas de las autoridades y citó el caso de una refresquera que incluye en una lata de 350 mililitros información sobre el contenido de azúcar en 200 mililitros de su producto.
Lo anterior significa un engaño, pues tampoco hace un comparativo de los datos y señala que el producto tiene 21 gramos de azúcar, cuando en realidad tiene 37, equivalentes a 7.5 cucharadas.
En ese sentido Calvillo recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala como dosis máxima de azúcar para un día, el consumo de sólo cinco cucharadas.
El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Bernardo Altamirano Rodríguez, anunció a su vez que se está elaborando un protocolo para combatir la publicidad engañosa, que incluye regulación para las autoridades, a fin de evitar actuaciones discrecionales.
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