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Así consigna una crónica del Periódico 24 Horas, el tema del atentado en contra de los legisladores Ricardo y David Moreal, basada en una investigación de su equipo editorial.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que habían detectado a una célula que tenía como misión asesinar a los hermanos Ricardo y David Monreal, diputado y senador por el Movimiento Ciudadano, respectivamente. La Subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR, Mariana Benítez Tiburcio, leyó un escueto comunicado en el cual aportó datos generales y ambiguos.
Una reconstrucción de los hechos realizada por 24 HORAS, a partir de varias fuentes consultadas, mostraron que la principal línea de investigación conduce a ese empresario zacatecano al que se le interceptó una llamada telefónica con un miembro de la célula detenida, y quien está siendo interrogado para determinar si es responsable o no.
La nota, firmada por los reporteros M. Idalia Gómez, Arturo Ángel Jonathan Nácar Itzel Reyes, Ramón Sevilla y Roberto Fonseca, informa que una reconstrucción sustentada en la principal línea de investigación de las autoridades, comenzó con el rastreo de llamadas dos semanas atrás, cuando los agentes del CISEN escucharon en un escaneo de rutina dos palabras claves: “diputado R y senador D”. Entonces un analista dio seguimiento a los números telefónicos, al aumentar la prioridad por la referencia a legisladores.
Así descubrieron que el grupo de sicarios llegó al Distrito Federal, procedentes de Zacatecas, para cometer el crimen. Los vigilaron y planeaban matar al senador el miércoles pasado, pero no lograron hacerlo por un golpe de suerte.
En lo que fue un operativo casi quirúrgico, la madrugada del jueves, con la información precisa sobre la ubicación del comando, agentes de la Policía Federal Ministerial de la PGR, vestidos de civil, llegaron al hotel Prim, ubicado en el centro de la ciudad.
Sorprendieron a cuatro hombres que dormían y a quienes se llevaron a las instalaciones de la Procuraduría, en donde confesaron haber sido contratados para cometer el crimen y ofrecieron detalles de otras dos personas involucradas, además del autor intelectual. Según dos fuentes de información, es un empresario zacatecano que presumiblemente fue detenido, junto con una persona de su escolta que ha trabajado con él desde hace más de 15 años. Ambos, desde ayer rinden su declaración.
Fuentes de la PGR declinaron confirmar o negar la detención del empresario, así como también guardaron silencio sobre los móviles del frustrado atentado. Dos fuentes independientes, aseguraron, en cambio, que estaba detenido.
“Si no tienen huevos”
La crónica de 24 Horas indica que la investigación comenzó hace dos semanas, cuando los técnicos especializados en escuchas del CISEN hacían su escaneo habitual de llamadas telefónicas, para la seguridad de blancos identificados como prioritarios, por sus cargos, e identificaron en una conversación que se referían al “diputado R” y al senador D”, por tratarse de legisladores el nivel de prioridad sobre el rastreo de esos números se incrementó.
Paralelamente se monitoreo el posible movimiento de personas sospechosas y se identificó una célula que provenía de Zacatecas para “cumplir con un contrato” en el Distrito Federal.
De acuerdo con las fuentes consultadas, un equipo especializado del CISEN dio seguimiento a los números identificados, hasta que el pasado lunes primero de abril lograron escuchar una llamada en la que la persona identifica como contratante de los sicarios se mostraba muy molesta y les advertía:
–“Si no tienen huevos díganme para contratar a otros”.
En la misma charla, el hombre molesto añadió el empresario, “si no es el senador D que sea su hermano, el diputado R”.
Los agentes lograron descifrar entonces que se trataba de los hermanos Monreal Ávila, ambos legisladores. Ante la amenaza clara, el CISEN informó a la PGR sobre el intento de matar a alguno de ellos.
La suerte
En las indagatorias tanto los agentes descubrieron que los sicarios vigilaron a los hermanos Monreal durante toda la semana y pensaban asesinar a uno de ellos el miércoles 3 de abril.
Según las fuentes consultadas, el blanco principal era David Monreal, a quien no pudieron matar porque ese día salió del Senado a bordo de una camioneta de un legislador del Partido del Trabajo, por lo que no identificaron su automóvil.
Cuando no pudieron asesinarlo, buscaron a su hermano el diputado Ricardo Monreal, a quien estuvieron esperando en su oficina, pero precisamente ese día no llegó.
David Monreal era el más vulnerable, porque no posee escolta, incluso ese miércoles salió solo a cenar, caminó a un restaurante cercano, pero no lo mataron porque en ese momento los sicarios, aparentemente, intentaban matar a su hermano Ricardo.
Cautelosa detención
Fue una operación cerrada. Sólo 12 agentes de la Policía Ministerial encubiertos arribaron cerca de las dos de la mañana al Hotel Prim de la colonia Juárez, a una cuadra de la Secretaría de Gobernación. Ingresaron por el estacionamiento del edificio ubicado en el número 46 de la calle Versalles 46, a bordo de dos vehículos y una camioneta, sin placas ni logos de la PGR.
Los agentes se movilizaron con cautela. Cuando ubicaron el piso en el que estaban los hombres que buscaban, tuvieron que tocar varias puertas, simulando ser del servicio del hotel, para identificar la habitación exacta.
“Fue un momento difícil, escuchábamos mucho ruido. Tocaron muchas puertas y hasta engañaban a los huéspedes diciendo que iban del servicio de lavandería, cuando nadie había pedido tal servicio¨, comentó una huésped. ¨ Nos platicaban que intentaban abrir la puerta con cierta fuerza. Afortunadamente no tocaron a la mía”.
La primera parte de la operación concluyó alrededor de las tres de la madrugada de ayer, con la detención de cuatro sospechosos, en calzoncillos. Fueron sorprendidos con armas, algunas de ellas de uso reglamentario del Ejército, informó la PGR.
Al menos uno de los detenidos, de quienes la PGR no dio mayores detalles, tiene entre 30 y 40 años de edad, y fue el único que grabaron las cámaras de televisión en la puerta del hotel, vistiendo una bermuda de color negro, que llegaron al final del operativo.
Otro equipo de la PGR, principalmente peritos e investigadores, llegaron al hotel para revisar la habitación, clasificar las pruebas encontradas e interrogar al personal sobre la estancia en el lugar de los cuatro detenidos. Además se instaló una vigilancia discreta que impedía el acceso al inmueble, que cuenta con 175 habitaciones y los precios varían entre los 500 y 800 pesos por noche.
El personal del hotel fue instruido por los agentes para no dar declaraciones sobre las detenciones efectuadas durante la madrugada.
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