Con 39 votos en contra, avalan 3 secretarías y una agencia digital
MÉXICO, DF, 1 de febrero de 2015.- Antonio Valdés Jiménez, precandidato independiente a delegado de Milpa Alta, es contundente: personal del Comité distrital electoral 34 del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) encargado de recibir su documentación busca obstaculizar su candidatura.
A pesar de cumplir con la recolección del dos por ciento de firmas de ciudadanos inscritos en el padrón electoral de la demarcación, requisito indispensable para participar en el primer proceso donde podrán hacerlo candidatos independientes, Valdés ve una actitud sesgada de la coordinadora distrital, Mónica Scott.
Valdés, aspirante a candidato delegacional asegura que la funcionaria se niega a darle información y a responder sus dudas.
“Nos hace pensar que no hay posibilidad en el comité distrital y que se actuará con sesgo”, dice en entrevista con Quadratín México.
La actitud de Scott, denuncia Valdés, tiene una razón: la amistad que la funcionaria electoral sostiene con quien fuera delegado entre 2006 y 2009, José Luis Cabrera Padilla, quien tiene uno de los liderazgos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Milpa Alta.
“Nos hace pensar que su amistad desde hace muchos años generará controversias y que con ello habrá poca apertura”, pronostica, e incluso teme que lleguen a invalidarle firmas. Empero, no tiene contemplado renunciar a la posibilidad de convertirse en candidato independiente a la delegación, por lo que pide vigilancia por parte de las autoridades electorales de lo que está sucediendo en Milpa Alta.
Decepcionado de partidos
Ex militante del desaparecido Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), encabezado por el legendario Heberto Castillo, Valdés también fue fundador del PRD, pero en 2005 renunció a su militancia. Ya desde entonces veía una crisis en el rumbo del partido.
El entonces perredista notó que el partido comenzó su práctica de reciclar candidatos, y sólo participaban los mismos, como si se tratara de un carrusel donde la gente sólo cambia de lugares pero no se baja de los caballitos, compara.
Además el ejercicio de gobierno distaba de ser distinto al de otros partidos, lo que ahondó su decepción.
“En 1997 [cuando el PRD ganó la jefatura de Gobierno del DF, con Cuauhtémoc Cárdenas] decíamos ‘somos tontos para gobernar, pero honestos y con compromiso´’, pero eso se cayó y luego comenzamos a decir ‘seguimos siendo tontos para gobernar pero además deshonestos’, añade.
“Hacíamos lo mismo que hacían los priístas, pero más burdo y con un crecimiento exponencial”, continúa Valdés.
En Milpa Alta fue secretario particular del subdirector de Desarrollo Social. Luego de su salida ha trabajado en distintos proyectos sociales, y ahora busca aportar para que la delegación más rural reduzca su tasa de suicidios, la más alta del Distrito Federal, aunque se intente esconder el problema, lamenta.
También lucharía por darle una mejor conectividad a Milpa Alta. Considera que las vías de comunicación son extremadamente lentas.
“Sale más barato rentar cerca de una escuela en el Centro del DF y no perder seis horas de transportación”, comenta.
La situación la atribuye a las escasas vías, pero también a que la población no las respeta ni las autoridades trabajan para que ello ocurra.
“Las calles son tomadas para fiestas y la autoridad no negocia cómo evitarlo. Además, si un micro se descompone, ese pedazo de calle se convierte en un taller mecánico”, crítica.
Otro problema que ve en la delegación es que no hay proyectos productivos para la agroindustria, y desde hace años está pendiente la creación de un centro agroindustrial para generar empleos, pero aún no se concreta.
Un tema más que le preocupa a Valdés es la inseguridad, ya que aunque las encuestas dicen que es moderada, ello se debe a la falta de denuncias presentadas ante las autoridades, asevera.
“Hay cultura de no denuncia. El delito no se denuncia. Se trata también de la delegación y tal vez el municipio con más suicidios, sobre todo entre jóvenes. Se dice que no hay niños de la calle, perros en la calle o indigentes. Pero sí los hay”, dice.
La calificación que le otorga al delegado con licencia Víctor Hugo Monterola Ríos es 2 de 5 posibles, expresa sin dudar.
En caso de obtener el registro, decisión que será dada a conocer el 15 de marzo por el IEDF, su intención es hacer una campaña diferente. Sin basura electoral, y con la meta de aprovechar las redes sociales. En lugar de mítines hará festivales culturales. En lugar de mantas presentará proyecciones, afirma.
Cuestionado sobre por qué vale la pena ser candidato independiente, Valdés, con 19 años de residencia en el pueblo de San Antonio Tecomitl, Milpa Alta, ingeniero químico de profesión y ex militante perredista, no duda en responder:
“Vale la pena ser independiente porque los partidos ya no son un instrumento de la sociedad para alcanzar el poder. En el PRI, en el PAN se da lo mismo, una burocracia muy cerrada”, contesta.
En cambio, como independiente, la gente lo reconoce a uno socialmente, explica Valdés, quien remata:
“La desventaja es una actitud parcial de los comités distritales, que para nada son imparciales”.