Casi 80 mil españoles se sumaron a las filas del desempleo en septiembre

MADRID, 2 de octubre (Quadratín México).-  Más de 79 mil personas se quedaron sin empleo en España durante septiembre, según cifras dadas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Estos datos indican que desde septiembre de 2011, el desempleo se ha incrementado en 478 mil 535 personas, lo que representa 11.32 por ciento más.

De este modo, el número de personas en paro en España subió en septiembre respecto a agosto en 79 mil 645 personas, con lo que suma un total de cuatro millones 705 mil 279 trabajadores inscritos en las oficinas de empleo al perder su puesto de trabajo o al buscar un primer puesto.

En septiembre se incorporan muchas personas que buscan empleo al terminar sus estudios, a los que este año se suma la reducción de más de 120 mil docentes y los 200 mil puestos perdidos en la administración pública, según datos del sindicato de empleados públicos.

Entre los extranjeros el desempleo subió en dos mil 905 personas respecto a agosto, 0.50 por ciento, con lo que el total de parados entre este colectivo se situó en 588 mil 069.

Ante estas cifras, los líderes de los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.) y Unión General de Trabajadores (UGT),  Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, comentaron que los datos son “malos sin paliativos”, al tiempo que denunciaron la reducción de la protección al desempleo contemplada en los presupuestos generales para 2013.

Datos de la encuesta de población activa elevan esta cifra a cinco millones 693 mil 100 afectados, 24.63 por ciento, que en el caso de los jóvenes supera 53 por ciento.

La secretaria de Estado de Empleo del gobierno español, Engracia Hidalgo, reconoció que la economía del país está en recesión y que la previsión macroeconómica es que el Producto Interno Bruto (PIB) cierre el ejercicio en negativo.

La previsión del gobierno español es que este año concluya con una caída de la economía de 1.5 por ciento, aunque la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé una contracción del 1.6 por ciento, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa la recesión en el 1.7 por ciento.

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