Historias Surrealistas/Javier Velázquez Flores

Cayó el alfil, no el imperio

El gran capo está derrotado, ya no puede escaparse y casi no tiene posibilidad de defensa, pero su imperio se mantiene inalterable, con la misma fuerza, y puede crecer, sin importar que él ya no esté al frente.

El trasiego de droga entre México y Estados Unidos sigue sin problemas, no sólo por medio de los principales carteles, sino del mismo clan de Sinaloa, al que no le perjudica que su jefe Joaquín, esté atrapado y sin salida.

De hecho, la estructura de este gran cartel continúa sin afectaciones y sus exportaciones de droga siguen circulando diariamente en las calles de Estados Unidos, como siempre.

Si se analizan las estadísticas sobre el flujo de droga de México hacia Estados Unidos, se observa un incremento considerable.

De acuerdo con Congressional Research Service de Estados Unidos, México es el principal proveedor externo de heroína,  mariguana y metanfetaminas del mercado estadounidense. Así de directo, así de grave.

Este tipo de información, recopilada por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de la República, indica que, más aun, la DEA considera que la heroína se ha convertido en una de las principales amenazas a la salud pública de Estados Unidos durante la última década.

La heroína se ha convertido en una de las drogas más peligrosas para las autoridades estadounidenses y nuestro país es el principal abastecedor de ese narcótico

La información de la DEA es contundente: “no sólo los decomisos de la droga se han incrementado exponencialmente, casi se triplicaron entre 2010 y 2015, lo que podría hacer pensar que la política que combate la oferta es exitosa, sino que la disponibilidad de la oferta de heroína en territorio estadounidense se mantuvo estable en el mejor de los casos y creció en seis de las 21 circunscripciones en las que la agencia anti narcóticos divide a Estados Unidos”.

Lo mismo ocurre con las metanfetaminas, las cuales son, por cierto la principal amenaza para los estados fronterizos de la Unión Americana, según la DEA.

A nivel nacional, esta droga se mantiene en una disponibilidad “alta” y “moderada”, con los extremos de la franja fronteriza (California-Baja California, Texas-Tamaulipas), en donde más se concentra el trasiego de la misma, tendencia que también se mantiene para la heroína.

Al asumir Donald Trump la presidencia de Estados Unidos buscó un mayor involucramiento de las fuerzas de seguridad estadounidenses en las operaciones en contra de las drogas, mediante un mayor combate en contra de las bandas mexicanas, a pesar de que esto fue desmentido por la Casa Blanca y por el gobierno mexicano.

La reciente declaración de culpabilidad en 10 delitos de Joaquín, El Chapo Guzmán, por un tribunal de Estados Unidos, será sólo la formalización de que el cartel tomará nuevas directrices.

Ni aun en el periodo en el cual el capo permaneció en penales de alta seguridad en México, se paró el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, comercializado por su empresa criminal. Esto tampoco sucedió durante el tiempo que duró el proceso de Guzmán Loera.

Ismael, El Mayo Zambada, es ahora quien detenta el poder de Sinaloa, cuya estructura financiera, criminal y de comercialización se encuentra intacta.

Los especialistas señalan que Sinaloa es la agrupación que ha actuado de manera más inteligente respecto a la estrategia lanzada por los dos últimos gobiernos mexicanos en su contra, los de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.

Sinaloa es el cartel que menos se ha enfrascado en una guerra por las calles con el resto de las agrupaciones. Trata de evitar este enfrentamiento con las otras bandas, porque hace que se desvíe de su objetivo fundamental.

Por otro lado, no tiene mayor participación  en otros nichos de mercado, como el secuestro y la extorsión, en el que tienen fuerte presencia otros grupos.

Para Sinaloa, lo fuerte del negocio sigue siendo el mercado estadounidense, con sus más de 30 millones de adictos a las drogas, en donde sabe que está la verdadera ganancia.

Por eso, la caída de El Chapo, no debe ser considerada para el clan como algo  catastrófico. La agrupación se mantiene, se cayó el mayor alfil, pero el imperio sigue intacto.

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