Contexto/Fernando Ramírez de Aguilar L.

LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA XXXI… “Lamentable el arresto del general Salvador Cienfuegos Zepeda y la intromisión del gobierno estadounidense, sin detener el flujo de drogas, armas y dinero sucio; se agravan los contagios con la pandemia, crisis económica y violencia…”

Más allá sobre si el general Salvador Cienfuegos Zepeda, es responsable o no de los delitos que le imputa la agencia antidrogas de Estados Unidos, su arresto no deja de ser muy lamentable y la primera reacción del jefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es igual de lamentable, porque independientemente de que sus antecesores deben de rendir cuentas pendientes, quedó como un títere ante la intromisión del gobierno vecino del norte que puso en entredicho la fortaleza –que no tiene— el gobierno mexicano, y permitió que los agentes gringos cobraran venganza ante un militar de alto rango que en su momento no los dejó meterse en los asuntos internos de la inteligencia castrense nacional.

¿Por qué fue la DEA y no fue el gobierno mexicano quien detuvo en su momento a Salvador Cienfuegos y a Genaro García Luna? ¿Para qué ensuciarse las manos cuando tienes a un vecino que está dispuesto hacerlo por ti? Estas son preguntas que todavía no tienen respuesta oficial, pero algunos aducen que eso fue debido a que en México no se puede confiar aún en la justicia y porque las redes de corrupción entre policías, fiscales, narcotraficantes y grupos de poder siguen intactas, pese a lo que diga el propio AMLO. Y en ello coincido, pero en lo que no estoy de acuerdo, es que presumas tener una buena relación de gobierno con los vecinos del norte y te den atole con el dedo, como ha ocurrido entre Trump y AMLO.

El general Cienfuegos Zepeda ha sido un militar condecorado por varios países, y fue, cuando estuvo activo, un profesional muy respetado por las propias fuerzas armadas de EU. Remodeló el sistema educativo militar en México, combatió con fuerza a diferentes carteles y planteó dotar a las fuerzas armadas de una ley que les permitiera cumplir funciones policiacas y regular el uso de la fuerza, además de obligarlos a llevar cursos de derechos humanos. Lamentablemente en su gestión, como secretario de la Defensa Nacional, se registraron las matanzas de Tlatlaya y Ayotzinapa.

Mañana se decide su destino. Lo más probable, es que lo trasladen de Los Ángeles, California, a Nueva York, donde será sometido a juicio. Dentro del ámbito militar hay incertidumbre y malestar por este asunto. Aquí en México los gobiernos anteriores borraron todas evidencias de sus delitos. El propio López Obrador dijo que aquí no estaba siendo investigado. Sin embargo, los estadounidenses tienen las evidencias de años anteriores y se las presentaron a un juez.

Y para acabarla de amolar, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que los titulares de la Defensa y Marina, Luis Crescencio Sandoval y Rafael Ojeda, respectivamente, dieron positivo a Covid-19.

Fue hasta ayer, cuando López Obrador reveló que la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Elena Bárcena Coquí, ya había informado sobre las indagatorias en contra del exfuncionario, pero adujo que se debe de esperar a lo que los resultados que las investigaciones arrojen, de la misma manera en la que se está atento del juicio que se sigue contra Genaro García Luna, a fin de proceder contra militares involucrados, como se ha hecho con el caso Ayotzinapa.

Pidió no culpar a todas las fuerzas armadas de hechos delictivos y comentó que para cuidar estas instituciones tan importantes y esperar los resultados que arrojen las investigaciones en la Unión Americana, de la misma manera en la que se hace contra Genaro García Luna, y reiteró que en México no existe ningún tipo de investigación en su contra. Sin embargo, expuso que solicitará al gobierno vecino información para integrar en México expedientes a través de la Fiscalía General de la República.

Se le pidió una opinión respecto a que Estados Unidos no informó nada al gobierno de México sobre las investigaciones iniciadas en contra del exfuncionarios desde hace más de un año, por lo que, al señalar que los estadounidenses lo único que hicieron fue actuar con independencia, de la misma manera en la que México lo debe de hacer, el Ejecutivo reiteró que en nuestro país no se recibirán órdenes de gobiernos extranjeros y se cuidará la soberanía y el respeto a los connacionales como se ha venido haciendo en momentos como cuando Donald Trump, descalificó a los mexicanos y, al mismo tiempo, ofreció su ayuda de manera respetuosa para enfrentar a los cárteles de la droga, pero ésta fue rechazada debido a que no se debe permitir intervenciones de este tipo en el país.

En ese sentido, se solicitó dar a conocer hasta cuándo se investigará si dentro de las fuerzas armadas existe colusión de elementos con el caso del ex secretario de la  Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, López Obrador insistió en que se debe cuidar a la institución militar y explicó que se ha instruido al titular Luis Crescencio Sandoval González, a no hablar sobre el tema para que no se preste a un golpeteo injusto como el que ha hecho, refrendó su convicción de resolver lo que tuvo que ver con eso y extraer dichos males de la corrupción y la impunidad sin afectar ni desprestigiar a ingenieros y militares que actúan con rectitud, integridad y que no están involucrados.

“Si hay alguien señalado y se le demuestra de que participó en un acto de vinculación con el narcotráfico, no puede ser funcionario, y si se trata del Ejército y está en activo tiene que ser retirado y puesto a disposición de la autoridad competente, y si está en retiro, puesto a disposición de la autoridad competente, pero eso hasta que se tengan los elementos, porque se habla de pruebas tanto en el caso de García Luna como del general Cienfuegos, de muchísimas llamadas y videos, entonces vamos a ver lo que hay y vamos a solicitar nosotros al gobierno de Estados Unidos que nos permitan conocer sobre estas operaciones de complicidad en el caso de que se tengan las pruebas”, puntualizó López Obrador.

Como se ve, esto tendrá consecuencias y no sabemos hasta dónde llegará. Lo que es un hecho es que la jerarquía militar está más que molesta por esta nueva intromisión y la poca efectividad de la policía estadounidense que no ha podido frenar ni el tráfico de estupefacientes a su territorio, ni tampoco el blanqueo de dinero y el envío ilegal de armas y explosivos a México y a todos países del continente. Además, no ha quedado claro lo ocurrido por el operativo “Rápido y Furioso” ni tampoco cuántas armas ingresaron ilegalmente a territorio mexicano ni a dónde fueron a parar.

Y es tal la dependencia de la administración de López Obrador de Estados Unidos que la propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó que sigue dialogando con todas las partes interesadas para que se cumpla lo estipulado en el Tratado de Aguas Internacionales firmado en 1944, por el cual México está obligado a entregar millones de litros del líquido al vecino del norte.

Por otra parte, la Secretaría de Salud presentó su balance del Covid-19 en México, en donde se han registrado, hasta ahora, 86,167 defunciones, 108 decesos más que ayer; y hay 851,227 casos acumulados de contagio, un incremento de 4,119 en las últimas 24 horas, por lo que la misma dependencia federal no descarta un confinamiento durante la temporada invernal debido al incremento de contagios de Covid-19 en algunos estados. Habrá que tomar como ejemplo lo ocurrido en Europa, en donde en varios países ha habido un repunte de la pandemia y se han establecido medidas extremas.

Cada vez este gobierno va de tumbo en tumbo.