Poder y dinero
Machado y Palestina. Caminante ¿Ya hay camino?
Las veredas se hacen en el desbroce diario del que camina. Así lo dejó escrito en uno de sus famosos poemas, el español Antonio Machado que arribó al mundo el 26 de este mes, allá por 1875. Pese a la lejanía del tiempo, su poesía se eterniza en frases, como aquellas que Emmanuel Kant consideró de razón, inmortales.
Mes pródigo no solo en la lluvia que en su tardanza ahora nos abruma y en muchos casos nos ahoga, julio también es pródigo en acontecimientos que pueden ser fundamentales para la vida de miles de personas.
La resolución de la Corte Internacional de Justicia la ONU en contra de Israel al considerar ilegal su ocupación en Gaza y Cisjordania, aunque no es vinculante da una idea clara sobre ese organismo internacional y es urgente definir su aplicación pese a las defensas oscuras del líder judío Benjamín Netanyahu, que se apresta a llegar a Estados Unidos en busca de la leche materna.
Leche materna que por cierto se ha cebado, porque don Joe Biden tiene las luces casi apagadas. Pero la oscuridad acecha mientras tanto, y la muerte infame de palestinos sigue adelante.
EL CAMINO SE HACE AL ANDAR, Y LAS HUELLAS QUEDAN
La frase de Machado que tanto recalcó Joan Manuel Serrat, la podremos ver reflejada en el próximo gobierno si fue realmente definida. Todos los programas que se cierran al menos para este gobierno, pueden dejar la constancia de que realmente se deslindó el camino o hay que recalcar la vereda. El tiempo lo dirá. Un camino que todavía puede ofrecer más realidades es el de los libros.
En este mismo mes allá por el día 23 de 1820, el gran José Joaquín Fernández Lizardi creó la Sociedad Pública de Lectura en una calle del centro de ese entonces y ésta dio sus frutos legales ¡hasta el 24 de julio de 2008!, con la ley de Fomento para la lectura. Hace unas semanas, Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, dio a conocer datos que recalcan un avance en ese aspecto cuando la lectura se diversifica en las redes y los libros impresos aún se aferran a la vida.
LA FAENA DIARIA DE LA HUMANIDAD, ES CAMINAR. EL DESBROCE ES LARGO
Antonio Machado ya lo hemos señalado en otra ocasión, murió en el exilio en febrero de 1939, alejado de su patria por las maldades de Francisco Franco. Pero como ese camino que desbrozan los poetas, su poesía se ha lanzado contra el recuerdo infame de ese dictador, como otra poesía lo hará contra la cara distorsionada de mal, de Netanyahu.
Machado como decían de él otros poetas: “hablaba en verso y vivía en poesía”. Aquí lo demuestra:
Anoche cuando dormía,
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana tenía
dentro de mi corazón.
Anoche cuando dormía,
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol tenía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
colores de rojo hogar.
Y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.